- ‘El león come gamba’ supone la expulsión de Alberto. El estudiante de medicina que aspiraba a ser cocinero trató de apostar por algo diferente y arriesgado, pero al jurado no le hizo ninguna gracia. “Esto es un insulto a mi inteligencia”, le dijo Pepe, muy decepcionado con el trabajo que había presentado. “Quería demostrar que soy un león en la cocina, pero no ha salido como yo esperaba”. (Sigue leyendo después del vídeo)
- Carlos, primer ganador de las pruebas individuales. Este vendedor ambulante, además de tener mucha labia, tiene unas estupendas maneras en la cocina. Sus platos dejaron fascinados al jurado, y eso que el joven muchos de los alimentos con los que ha tenido que trabajar sólo los había visto "por la tele”, como los percebes. ¡Carlos es un auténtico diamante en bruto! Su manera de cocinar el mero de tres maneras diferentes (todas sobre la marcha) le valieron convertirse en uno de los capitanes en la prueba por equipos. (Sigue leyendo tras el vídeo)
- Quique Dacosta, un concursante más. Este importante chef demostró anoche que las estrellas Michelín no las regalan. Sudó el delantal y, en las mismas condiciones que el resto de los concursantes, creó tres platos de alta cocina con el mero como protagonista.
- Encina, la capitana de equipo en la sombra. A pesar de que fue Carlos uno de los ganadores de la primera prueba, Encina fue la que de verdad llevó la batuta en la ejecución del menú. Sin perder los nervios, repartió tareas, aunque a sus compañeros no les terminó de gustar sentirse meros pinches de esta ama de casa. Como en las obras de teatro, no hay papeles pequeños, chicos, sólo actores pequeños.
- Buenafuente y Silvia Abril visitaron las cocinas. En la prueba de exteriores todos los concursantes se marcharon a las cocinas del restaurante de Jordi Cruz para cocinar 4 platos con atún para diferentes miembros destacados de la cultura catalana. Entre ellos, Buenafuente y su pareja, Silvia Abril. El humorista se acercó a ver cómo estaban preparando los menús y dijo “en mi vida he sentido que estorbara más”, y es que los chicos estaban concentrados en que todo saliera perfecto.
- Sally, una de las mayores sorpresas de la edición. La aspirante, que esta primera semana ha estado algo triste debido a que es la primera vez que está separada tanto tiempo de su hija, se está convirtiendo, por méritos propios, en una de las rivales más fuertes. En la prueba de eliminación consiguió hacer unas chaperoninas con pollo que hicieron las delicias de Samantha, Jordi y Pepe.
- La bronca a Lidia, la nutricionista. El plato que presentó no estuvo a la altura, pero su actitud fue la que la condenó. “Te veo replicar mucho. Me gustaría verte escuchar más”, le dijo Jordi, harto de que Lidia contestara a todas las cosas que le decía el jurado. Ella no lo ve así y cree que no es lo mismo “humildad que sumisión”. (Sigue leyendo tras el vídeo)
Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS