La noticia de la muerte de Lady Di nos sorprendía un domingo por la mañana. Era el último día de agosto de 1997, un día en el que la prensa mundial se colapsó y millones de admiradores de Diana de Gales se pellizcaron incapaces de asimilar la trágica noticia: 'Diana, muerta'.

Sucede, además, siempre que se produce una muerte no natural, violenta. El impacto es muchísimo mayor que cuando un fallecimiento es, tristemente, esperado, bien por tratarse de una edad avanzada o, quizá, tras una larga enfermedad.

Pero Diana de Gales, la 'reina de corazones', la mujer que era capaz de eclipsar a la mismísima reina de Inglaterra, tenía solo 36 años y muchas ganas de vivir. Divorciada del príncipe Carlos, había encontrado la felicidad junto a Dodi Al Fayed, productor de cine e hijo del multimillonario egipcio Mohamed al Fayed, por aquel entonces propietario de los almacenes Harrods, los más emblemáticos de Londres.

Decían, y Mohamed Al Fayed era uno de los que defendían esa teoría, que Diana estaba embarazada de Dodi cuando murió y que, en realidad, el fatídico accidente sucedido a medianoche del 30 de agosto bajo el Pont del Alma de París, que le costó la vida a la princesa y Dodi, no fue tal, sino que se trató de un atentado. Que el futuro rey de Inglaterra -Guillermo, hijo de Carlos y Diana- tuviera un hermano musulmán era algo que la corona británica no estaba dispuesta a consentir. Claro que todo eso era una teoría que no ha sido posible demostrar.

Hoy, 31 de agosto de 2015, se cumplen 18 años de la muerte de Lady Di. Seguramente, la mujer más fotografiada de todos los tiempos. Y hoy hemos querido hacer un repaso por los últimos meses de su vida, en los que nunca abandonó su labor humanitaria -por la que fue tan querida y admirada-, sin olvidar su vida social, en la que brillaba con luz propia, y su vida privada, compartida en ese tiempo por Dodi Al Fayed, el hombre que la quiso hasta el punto de vivir y morir a su lado.