Kiko Matamoros: última hora sobre su estado de salud: Está anímicamente agotado

 "Del páncreas hay mejoría pero con nueva infección, tiene fiebre y escalofríos. No saben lo que le pasa y están muy preocupados porque no dan con ello. Le han hecho un nuevo cultivo, están a la espera de resultados", explicaba la modelo a las puertas del hospital.

Desde 'Sálvame' han conectado en directo con el hospital en el que se encuentra Kiko y la última hora es que tanto él como su novia Marta están agotados. Todavía le queda como mínimo una semana en el hospital. Esto, unido a no saber de dónde proviene la infección que tiene, hace que el colaborador esté bastante tocado en cuanto a ánimos se refiere.

Haciendo gala una vez más de su humor, Kiko ha compartido en su perfil de Instagram esta imagen en la que aparece con el brazo repleto de pinchazos. De esta forma ha dejado ver lo duro que están siendo estos días. Pero si algo tiene claro que "saldremos silbando". En pocos minutos ha comenzado a recibir el apoyo de sus compañeros en forma de comentarios de ánimo.

Kiko Matamoros recibió el alta el pasado miércoles tras haber sido intervenido. Acompañado en todo momento por su pareja, Marta López Álamo, el propio colaborador explicaba que todo había ido muy bien aunque con alguna complicación durante su paso por quirófano. Una operación sencilla de la que, en principio, se iba a poder recuperar sin ningún problema. Ahora, está muy dolorido y preocupado: "Los médicos me han dicho que no me preocupe demasiado y que lo vamos a arreglar. Me levanté bien pero de pronto sentí un dolor intenso y tremendo. Ahora me tienen con morfina", contaba.

Aunque parece que todo está controlado, es inevitable la preocupación de familiares y amigos. El pasado viernes era el propio Kiko, quien desde la cama del hospital contaba su situación actual: "Estoy recuperándome, me alimentan por una vía intravenosa, no puedo ni beber". Sin embargo todo parece ir por buen camino: "Los análisis son positivos y está evolucionando muy bien, no me van a operar".

“Todo ha ido perfectamente”, aseguraba el propio colaborador a través de su cuenta de Instagram. De hecho, Kiko entraba nada más pasar por quirófano en ‘Sálvame’ para aclara cómo se encontraba y confirmar que iba a recibir el alta. Entonces, además, reconocía que la operación se había complicado. “He tenido molestias, se complicó la operación porque la vesícula parecía una berenjena y había afectado al hígado”, aseguró entonces.

Un paso por el hospital que llega después de que el colaborador de ‘Sálvame’ tuviera que someterse a una operación de urgencia a mediados de junio. “Me operaron el lunes porque se me obstruyó el conducto biliar por un cálculo que salió de la vesícula”, explicó entonces el tertuliano.

Una situación de urgencia que fue un aviso y que ha terminado con el colaborador pasando de nuevo por el quirófano para quitarse a vesícula. “Mucha gente vive sin ella y se puede hacer vida normal. Ahí es donde se genera la bilis y a partir de que me la extraigan hay una serie de alimentos que tendré que evitar, sobre todo las grasas, los picantes, el alcohol…”, explicaba antes de la intervención.