El mundo de la política y la cultura ha quedado consternado por la tristísima noticia que se ha producido en las últimas horas de este 24 de octubre. Carmen Alborch ha fallecido a los 70 años de edad en su casa de Valencia, rodeada de toda su familia. Los médicos de paliativos la mantenían sedada para hacer el tránsito menos dolorosa. El cáncer, contra el que batallaba desde hace dos años, le ha arrebatado la vida a una de las políticas más emblemáticas de la historia de la democracia.

Carmen fue una de las titulares del Ministerio de Cultura de la historia de la democracia española y formó parte del gobierno de Felipe González. Carmen fue ministra desde 1993 hasta 1996, siendo la responsable de esta cartera en el último mandato de González.

Una de sus últimas apariciones públicas, fue hace justo tres meses, cuando José Guirao, tomó posesión de su cargo, después de la dimisión de Màxim Huerta. Recientemente, también recibió de manos de Pedro Sánchez la Alta Distinción de 2018, ocasión que aprovechó para hacer un pasional discurso feminista.

No en vano, Alborch ha sido y será siempre una de las mujeres y figuras feministas más importantes del panorama nacional, pues fue una de las impulsoras de la lucha por la igualdad de la mujer. "El feminismo debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad", fue uno de los potentes titulares que pronunció en aquella última aparición en el Palau de la Generalitat Valenciana.

Antes que la política, el corazón se lo robó el ámbito cultural, donde destacó como gestora pública. Después de estudiar Derecho, dar clases de Derecho Mercantil y convertirse en la primera mujer decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de València, Carmen se convirtió en directora de los institutos culturales de la Generalitat Valenciana, del Institut Valencià d'Arts Escèniques, Cinematografia i Música, y del IVAM (Institut Valencià d'Art Modern).

Carmen Alborch se casó y se divorció del sociólogo Damià Mollà, que falleció hace año pasado.