Un experto en imagen advierte sobre el cambio de Kiko Rivera: "Lo que hoy proyecta no es ninguna campaña, sino un proceso interno"

Desde que nació y hasta hace unos años, Kiko Rivera (41 años) no dejaba de ser protagonista de las noticias del corazón. Ser hijo de Paquirri e Isabel Pantoja le marcó para siempre. Conocido desde la cuna, cada uno de sus pasos siempre ha sido analizado al detalle. Más si cabe, teniendo en cuenta que ha protagonizado diferentes polémicas.

Su eterno distanciamiento con su madre Isabel Pantoja, sus rifirrafes con sus hermanos Fran y Cayetano Rivera e Isa Pantoja, su momento tenso con su prima Anabel Pantoja, sus adicciones, sus relaciones amorosas, con rupturas tan sonadas como la que tuvo con Jessica Bueno, los rumores de infidelidad hacia su mujer Irene Rosales… Estos han sido algunos de los episodios que siempre le han tenido en el punto de mira.

En cierto modo, él también provocaba que el foco de atención estuviera puesto en él. Hubo una época en la que Kiko Rivera se prodigaba continuamente por programas de televisión, ya fuera para conceder entrevistas o participar en programas de telerrealidad, y en las portadas de las revistas.

Sin embargo, hace unos años, esto cambió. Kiko Rivera se sintió sobrepasado. Algo que ya había vivido en anteriores ocasiones pero que esa vez fue diferente. El hijo de Isabel Pantoja, con ayuda de su mujer Irene Rosales, tomó una determinación en la que al principio pocos confiaban. Decidió retirarse de la vida mediática en lo que se refiere al sector de las noticias del corazón. Y dicho y hecho.

Kiko Rivera sigue con su actividad en redes sociales y, puntualmente, lanza algún mensaje relacionado con su vida personal. Pero principalmente, lo que muestra es contenido relacionado con su faceta de creador de contenido o con su trabajo como DJ en el mundo de la música. Un gran cambio que le ha aportado una tranquilidad que para él no tiene precio.

Las claves del experto sobre el cambio de Kiko Rivera

Sobre este antes y después en Kiko Rivera, hemos hablado con Pau Sabaté. Nos hemos puesto en contacto con el experto en marca personal e imagen para que analice para la revista Lecturas este giro radical en la actitud del hijo de Isabel Pantoja. Con su experiencia, Pau ha hecho un interesante análisis en el que ha llegado a conclusiones reveladores.

Lo primero a lo que ha hecho referencia, ha sido a los puntos en contra que ha tenido siempre Kiko Rivera a la hora de gestionar su imagen. Pau Sabaté ha recordado que “Kiko Rivera nunca lo ha tenido fácil. Hijo del torero Paquirri y la tonadillera Isabel Pantoja, creció bajo la presión de un apellido que lo expuso demasiado pronto y le colocó en el centro del foco mediático. Durante años, su imagen pública fue una mezcla de excesos, polémicas, enfrentamientos y contradicciones. Pero hoy, esa imagen ha empezado a cambiar”.

Entonces, el experto en imagen y marca personal ha pasado a hablar de ese gran cambio del hijo de Isabel Pantoja. En concreto, Pau Sabaté se ha remontado a hace tres años, que fue cuando tuvo lugar un episodio que marcó un antes y un después en la vida del DJ. “El ictus que sufrió en 2022 fue una situación muy grave que le obligó a parar por completo. A partir de ahí, vino una etapa distinta. Sin mucho ruido ni promesas vacías, Kiko empezó a dar pasos hacia una vida más estable. Inició terapia, dejó atrás varios hábitos autodestructivos y empezó a hablar con más sinceridad de lo que le había llevado hasta ese punto”.

Teniendo en cuenta que este antes y después estuvo marcado en gran parte por un tema tan delicado como la salud, el experto ha determinado que “no fue un cambio inmediato, pero lo importante es que no se trató de una estrategia de imagen, fue una necesidad personal”. Unas circunstancias que han influido de pleno en esa percepción sobre él que Kiko Rivera ha conseguido cambiar. “Esa es, precisamente, la diferencia que marca el nuevo rumbo de su imagen pública. Lo que hoy proyecta Kiko Rivera no es ninguna campaña, sino un proceso interno que se ha ido reflejando, poco a poco, también hacia fuera”, ha comentado Sabaté.

Sobre este cambio, resulta inevitable hacer mención a Irene Rosales. La mujer de Kiko Rivera ha sido fundamental a la hora de que él recondujera su camino, tal y como el propio Kiko ha reconocido en varias ocasiones. De ahí que el experto haya destacado que “uno de los apoyos fundamentales en ese proceso ha sido su pareja, Irene Rosales. A lo largo de estos años, Irene ha estado al lado de Kiko en los momentos más complicados, y su papel ha sido mucho más que el de una pareja discreta”.

Después, ha hecho mención a otros familiares de Kiko Rivera. A nivel negativo, se ha referido a Isabel Pantoja. El experto en imagen ha destacado que “la relación con su madre sigue congelada, sin acercamientos públicos”. Pero del lado contrario, está el hecho de que “ha reforzado lazos con otros miembros clave, como su hermano Cayetano Rivera, con quien ahora mantiene una relación cercana, alejada de cualquier tensión mediática. En lo cotidiano, lo que parece motivarle de verdad es su papel como padre. Francisco, su hijo mayor, y las pequeñas Ana y Carlota son una prioridad clara”. Algo que también se ha traducido en transmitir imagen de estabilidad y bienestar.

Y de lo personal, a lo laboral. ¿Quién iba a decir hace unos años que su faceta profesional estaría lejos de la televisión o los programas del corazón? Al respecto de su trabajo como DJ, Pau Sabaté ha recalcado que Kiko Rivera “ha encontrado en la música y en las plataformas digitales un espacio donde se siente más cómodo. Continúa con su carrera como DJ, sus temas funcionan bien y tienen su público. Además, su actividad en Twitch, donde conecta directamente con sus seguidores, le ha permitido mostrarse con un tono más relajado y auténtico”. 

Sobre una de las razones por las que Kiko Rivera podría haber apostado por esto, el experto ha destacado que “aquí no hay guiones ni ediciones, es Kiko en directo, en su casa, hablando de lo que le apetece. Esa transparencia ha contribuido, sin duda, a mejorar la percepción que la gente tiene de él". 

A estas facetas laborales hay que sumar algunos compromisos a los que acude y que ayudan a que la imagen de polémica se aleje más si cabe de él. Tal y como ha explicado Sabaté, “el último paso en esta evolución ha sido su participación en la Influencers World Cup, un torneo internacional que reúne a creadores de contenido de distintos países. Su implicación con el evento es una muestra de compromiso, disciplina y constancia. Tres palabras que, hace unos años, no solían asociarse a su nombre”. 

Su transformación física

Otro de los aspectos que llaman la atención del cambio de Kiko Rivera, es su transformación física, algo que también tiene que ver con lo emocional. Perder peso, dejar de fumar o hacer deporte, también han sido fundamentales en su camino hacia el bienestar. En este sentido, Pau Sabaté ha hecho referencia a que “físicamente también ha cambiado. Se cuida más, entrena, presta atención a su alimentación. Pero más allá de la transformación estética, lo que ha cambiado es la actitud”. Porque esa forma de vida saludable, también ha influido en “la forma de hablar, de responder, de posicionarse públicamente. Kiko ha dejado atrás las respuestas impulsivas, las frases provocadoras o los desplantes ante la prensa”.

Las conclusiones sobre el gran cambio de Kiko Rivera

Tras analizar todas estas cuestiones, el experto en marca personal ha llegado a una firme conclusión. “Kiko Rivera no ha intentado borrar su pasado. No ha querido construir una imagen nueva desde cero, sino ajustar la que ya tenía. Su cambio no ha consistido en disfrazarse de alguien distinto, sino en acercarse más a lo que realmente es. Esa autenticidad, cuando es real, tiene mucho más impacto que cualquier estrategia de manual”, ha dicho sobre cómo el hijo de Isabel Pantoja ha logrado un impacto positivo con su cambio.

Tal y como el experto ha dicho, Kiko Rivera ha conseguido esto “sin prometer grandes cosas, pero con hechos que poco a poco están consolidando una imagen distinta, la de una persona que quiere estar mejor, que ya no busca impresionar a nadie”.

Para terminar su análisis, Pau Sabaté ha remarcado que “lo que más sorprende de Kiko Rivera en esta etapa es su naturalidad, no pretende convencer a nadie. Simplemente está haciendo su camino con más calma, con más madurez. Y eso, al final, se nota. Porque cuando el cambio es real, la imagen acompaña sola”.