EXCLUSIVA | Raquel Abad ('GH 7') se sincera con Lecturas sobre la maternidad con Kike Calleja: “Por un problema de salud tuve que quitarme la idea de ser madre”

La revista Lecturas ha charlado con la finalista de la séptima edición de 'GH' sobre su vida alejada de la televisión, su vida con Kike Calleja y sus planes de ser papás

Raquel Abad
Instagram @raquelabadsantana

La séptima edición de 'Gran Hermano' dio a muchos rostros reconocidos que a día de hoy recordamos con mucho cariño. Pepe, que se alzó con el triunfo de la edición gracias a la estrategia y su conocido sistema de nominaciones; Inma Contrareras, a la que nos encantaría entrevistar pero prefiere alejarse del foco mediático totalmente; Beatriz 'la marquesa' o Raquel Abad (41 años), a la que poco después darían el título de "la más mala" del reality en aquel momento. 

Raquel, que fue la tercera finalista, aprovechó el momento y colaboró en 'A tu lado', 'Salsa Rosa' o 'Crónicas Marcianas', pero lo cierto es que su camino iría por otros lares. Y es que la gallega, que estaba estudiando entonces Publicidad y Relaciones Públicas, decidió alejarse de la televisión, medio en el que conoció al amor de su vida: el periodista Kike Calleja (con el que lleva ya 9 años). 

A pesar de que Abad ha sido defensora de Marta López y de su marido mientras concursaban en 'Supervivientes', la exgranhermana tiene muy claro que por ahora está muy feliz con la vida que lleva y duda que entre en ningún otro reality. Estuvo años trabajando en una agencia de publicidad pero lleva más de una década en el sector de la construcción. Tras hablar con Arturo Requejo ('GH 11'), la revista Lecturas ha charlado con ella para saber cómo es su vida alejada de la televisión, la relación con Kike Calleja y sus próximos planes de ser papás. 

Un libro 

'El secreto', de Rhonda Byrne. 

Una canción

'Bailando bachata', de Chayanne, que es una canción que va muy con Kike. 

Una película

'Ghost'.

Una comida

El marisco. 

Lo que más odias

La deslealtad y que los que consideraba mis amigos me fallen (sí, es una pullita). 

No puedes vivir sin...

Sin el cariño de la gente que me rodea. 

¿Cómo recuerdas con el paso de los años tu paso por la casa de Guadalix de la Sierra?

Ya hace un montón, pufff. Era muy jovencita. Ahora sí que puedo decir que era una niña. Fue bonito, muy feliz e ilusionante. Todo era muy nuevo. No puedo decir nada malo de aquella época. 

Pero te apodaron como 'la más mala' de la edición, ¿crees que te lo merecías? 

Creo que no. El significado de una persona mala es más amplio y grave. Desde la distancia veo la realidad, que era muy impulsiva, que no me callaba nada. Era el carácter de una chica de 21 años. Mala no, pero en cada edición va cogiendo un rol. Y como te percibe el espectador es lo que es. Con el tiempo ha cambiado. En 2005 mi cartel fue ese pero diez años después quizá fuera otro. 

¿Tienes relación con tus excompañeros de edición? 

Con Estrella, con Pepe, con Jesús tengo muy buena relación, con Saray, con Sara... No con todos tengo relación pero no tengo problemas con ninguno. Fueron parte todos de una etapa de mi vida muy importante. Me quedo con lo bonito. 

Después del programa colaboraste en muchos programas en una época que se ganaba muy bien, ¿en qué lo invertiste? 

No hice tanto como podría haber hecho. Mi camino era otro. Pero lo que gané lo invertí en un apartamento en Benalmádena y monté un salón de belleza sin tener ni idea. Luego por las circunstancias no me compensó tenerlo porque me fui para Madrid. No era factible. Luego me compré otro piso en Punta Umbría, vamos que he ido invirtiendo. Nunca sabes lo que va a pasar mañana. También me quedé con ahorros. No fui muy gastona pero el negocio no me salió rentable. Era muy joven y ahora lo haría con otra visión. 

¿De qué trabajas ahora?

Estoy en un grupo asegurador internacional (francés) relacionado con la construcción. Llevo 15 años allí y estoy muy contenta.

Volviste a la tele para defender a Marta López y luego a Kike, ¿echas de menos estar los platós? 

No. Además cuando fui a defender a Marta, Kike ya estaba en el proceso de casting. Dije 'se me va a juntar todo', pero fue todo casual. No lo hecho de menos porque lo veo en el día a día con mi marido. La tele tiene cosas muy buenas, pero también su lado más difícil. Ahora veo las audiencias casi todos los días como parte de su trabajo. 

¿Te asustan las audiencias? 

No porque creo que trabajo hay. Pero sí que me gusta que sus programas vayan bien. Lo cierto es que sí estoy pendiente, no todos los días, pero sí. Me gusta además estar pendiente de la actualidad. 

Ahora Kike es mucho más conocido que tú, ¿cómo lo llevas? 

Mi vida es otra. Estoy super contenta de haber ido a 'GH'. No me escondo y siempre lo he dicho en mis entrevistas de trabajo. No me avergüenzo. Es verdad que en aquel momento sí lo tenían presente. Todo el mundo me preguntaba y quería saber, yo quería que me valoraran por mis estudios y mi esfuerzo. No quería que eso marcara mi futuro. Por suerte la memoria de la tele es muy corta. 

¿Seguís con la idea de ser padres? 

Te voy a ser muy sincera. El año pasado tuve un problema de salud muy grave y tuve que quitarme esa idea de la cabeza, al menos momentáneamente. Obviamente la salud está por encima de todo y el objetivo era recuperarme.  Ahora estoy bien. Aunque fue algo repentino, tuve mucha suerte, porque el final podría haber sido otro.

Lleváis casi diez años, ¿cuál es el secreto de una buena relación?

Ninguna historia de amor es de color de rosa. El respeto es fundamental. Hay que entenderse o intentarlo. Pero es que estoy con la persona más buena del mundo, me lo hace todo muy fácil. Quererle es sencillo. 

¿Qué es lo mejor y peor de él? 

Tiene una sensibilidad tremenda, muy generoso y amigo de sus amigos. Me demuesta cada día muchas cosas. Por supuesto tenemos discusiones como todo el mundo, pero es lo mejor que tengo. Lo peor es que le da muchas vueltas a las cosas, no relativiza. Muchas veces le digo 'estás haciendo un mundo'. Le da importancia a cosas que no debería. 

¿Irías a un 'GH DÚO' con él?

"Nunca digas nunca".