Este miércoles, Teresa Campos nos abre su corazón y relata en las páginas de Lecturas la angustia con la que vive la crisis del coronavirus. Confinada en casa de su hija Terelu con su asistenta, atiende nuestra llamada y nos cuenta cómo es la convivencia con su hija, que no le deja tener contacto con nadie que venga del exterior. Divertida, la comunicadora nos revela que estos días espera lograr una de sus pequeñas victorias domésticas. Llegará cuando Gustavo, su asistente de confianza, pueda comprarle un tinte para su pelo y consiga que sea Terelu quien se lo aplique.