Tamara Falcó (41 años) se ha convertido por méritos propios en una de las grandes protagonistas del 2022 y promete serlo también en 2023. Sin embargo, hay gente como a Eugenia Martínez de Irujo (54 años) que no le ha sentado muy bien que le pregunten por la marquesa de Griñón.

La duquesa de Montoro ha presentado en Madrid el nuevo proyecto benéfico en el que ha estado trabajando junto a la Fundación Querer, una colección de calcetines cuyos beneficios irán destinados en su totalidad a dicha organización que trabaja en la concienciación y visibilidad de las enfermedades raras. Muy feliz, Eugenia reaparecía en el acto de la mano de su marido, Narcís Rebollo, quien desde la primera fila ha aplaudido esta iniciativa solidaria.

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Haciendo gala de su naturalidad, Eugenia atendía a la prensa para hablar absolutamente de todo. Sin embargo, ha habido un tema que ha cortado de manera radical: "No me vayáis a preguntar de Tamara que me la bufa", sentenciaba dejando a todos en shock. Los reporteros daban por hecho que la hermana del duque de Alba sería una de las invitadas al enlace del año pero ella ha asegurado que no espera ni mucho menos la invitación porque a pesar de ser prima de Manolo y Xandra Falcó, no mantiene ningún tipo de relación con Tamara. ¡Todas las declaraciones de Eugenia en el vídeo!

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GTRES

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A Eugenia Martínez de Irujo se le cae la baba con su hija Tana

Durante su charla con la prensa, Eugenia no ha podido ocultar el orgullo que siente hacia su hija Tana Rivera, quien ha seguido sus pasos con diferentes organizaciones benéficas: "Me encanta que colabore", confesaba haciendo referencia a su último proyecto solidario. A la pregunta de sí le hubiera gustado volver a ser madre, la duquesa de Montoro es tajante: "Una y no más Santo Tomás (...) Tana es maravillosa y es que con una me basta y me sobra", y es que nunca ha sido demasiado niñera. Además, la hermana de Cayetano Martínez de Irujo destaca que la maternidad es algo realmente complicado, de ahí que nunca haya tenido la necesidad de ampliar la familia: "Es mucha responsabilidad, muchas comeduras de coco, muchas preocupaciones para toda la vida".