El pasado miércoles nos encontramos con la noticia de un nuevo asalto. En esta ocasión se trataba de la actriz Mónica Pont (52 años). El lugar se repetía, ya que se trataba de México, tal y como ya sucediera días atrás con Miguel Bosé (67 años) cuando diez encapuchados entraron en su domicilio con sus hijos dentro. En esta ocasión la catalana fue asaltada a punta de pistola, provocándole un inmenso susto que tardará mucho tiempo en olvidar. En la noche de este viernes ha querido contar toda la historia al completo en ‘La última noche’.

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Monica Pont

Algunos medios del país mexicano ya se habían hecho eco de la noticia pero Mónica quiso confirmarlo a través de sus redes sociales. El motivo era para que sirviera de advertencia a otras personas que estuvieran en su situación. Al parecer, una banda del país centroamericano vigila en los aeropuertos a las personas que lleven relojes o enseres de valor y cambien dinero en efectivo para después seguirlos hasta sus viviendas y atracarles, robándoselo todo y provocando daños y secuelas tanto físicas como psicológicas.

Mónica Pont cuenta los momentos antes del asalto

La actriz ha expresado que se encontraba pasando unas vacaciones con su hijo Javier en Tulum, un lugar al que se llevaron los dos relojes de la marca Rólex que después le robarían. Dichos relojes estaban valorados en 30 mil y 18 euros respectivamente. “Al llegar al aeropuerto se me olvidó decirle a mi hijo de quitarnos los relojes”, cuenta. Además, argumenta que “soy consciente de que cuando en Ciudad de México coges un taxi, debes tener un perfil muy bajo”.

Relata que ella es conocedora de la situación y que las bandas están mirando tanto los relojes o prendas de valor como si cambian dinero en efectivo, para después ir tras ellos. “Parece ser que nos estuvieron siguiendo desde el aeropuerto hasta mi casa”, a pesar de que no fue consciente en aquel día, ya que de manera habitual no está pendiente de si alguien la persigue o no, aun habiendo expresado que debería haberte quitado el reloj antes de aterrizar.

“El Uber se pasó mi casa y al recular para atrás, les dio tiempo a los asaltantes a salir y bajarse del coche. En ese momento estaba el portero limpiando la puerta y pudieron entrar”, dice. Lo más sorprendente de todo su relato es que “sospecho si el del Uber estaba compinchado”. De este modo el pasarse la puerta de su casa y continuar hacia adelante en su calle no sería una equivocación, sino una trampa para darle tiempo a los asaltantes a prepararse.

Mónica Pont confiesa la dureza del asalto

En ese momento la actriz y su hijo entran en las inmediaciones de su bloque y charlan con el portero del mismo hasta que deciden coger el ascensor para subir a su domicilio. “Nada más abrirse el ascensor, entramos los dos y estábamos dándole al botón para subir, cuando un hombre corpulento puso el pie y apuntó a mi hijo con la pistola y dijo ‘dame los relojes’”, expresa con cierto temor en sus palabras.

“En ese momento pensé que era una película, pensé que el arma no era real. Es surrealista, como una película, no lo vi real”, expone. Sin embargo, lo peor estaba por llegar ya que “apuntó a mi hijo primero y luego a mí” con la pistola. “Se me congeló la sangre, seguro que si me pinchan en ese momento no me sale la sangre. Ni si quiera era susto, era surrealismo”, comenta porque no podía creerse lo que estaba viviendo.

El papel del portero de Mónica Pont

El portero del edifico tuvo un papel muy importante en el asalto. Cuando se encontraban tratando de escapar en el ascensor, Manuel, que así se llama el portero, “trató de defendernos por detrás intentando cogerlo”. Mónica considera que Manuel no debió de ver que el asaltante iba armado porque él estaba indefenso ante ello. “El hombreo giró violentamente su cuerpo y le disparó dos veces para alejarlo”, provocando el pánico de madre e hijo.

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Mónica Pont

En ese instante es cuando la catalana cambia de parecer y comienza a creerse la situación. “En ese momento es cuando me doy cuenta de que es real, es un arma de verdad, nos están atracando de verdad”, comenta. “Nos apuntó directamente y nos dijo: ‘Denme los relojes o les mato’ y se fue corriendo al cogerlos”, dice. Ahí es cuando los asaltantes abandonan el edificio y la actriz y su hijo tratan de ponerse a salvo.

Sin embargo, Pont expresa su dolor por el portero, el cual permanece sangrando en el edificio pero su hijo quiere ponerla a salvo primero. “Mamá primero yo te tengo que salvar a ti, vamos arriba y desde allí llamas a la policía, tú no vas a poder hacer nada”, la instaba Javier. Cuando ya pudieron llamar ala policía, acudieron a la planta baja para ayudar al portero, aunque ya estaba siendo atendido por la policía que se había personado en el edificio, a pesar de que la ambulancia tardó demasiado tiempo en llegar. Por suerte, Manuel se encuentra en el hospital recuperándose de las heridas provocadas por los disparos.