No ha podido más. Las críticas y los comentarios que le acusan de llevar una vida "demasiado fácil" han podido con la paciencia de Pablo, novio de Oriana Marzoli hasta comienzo del verano. Justo cuando la ya exconcursante de 'GH VIP 6' pasaba su peor momento televisivo tras abandonar la casa de Guadalix, el poeta ha estallado a través de sus redes sociales harto de ser cuestionado. Su desgarrador testimonio ha revelado el pasado más trágico que uno pueda imaginar.
Y es que Pablo acompañó hasta el final a su madre, cuando su llama se apagó a causa de un cáncer de colon, vio a su tío fallecer de sobredosis y él mismo sorteo la muerte tras ser atropellado. El ictus de su padre, la pobreza extrema, también son episodios durísimos a los que ha tenido que sobreponerse.
El profesor de tenis ha empezado el doloroso ejercicio de explicar esta dura etapa de su vida hablando de sus padres: "Llevo toda mi vida viviendo en hospitales por la enfermedad que padeció mi madre. Miocardiopatia dilatada, cáncer de colon y problemas de riñón producidos por el mal funcionamiento del corazón. Estuve hasta el final con ella. A mi padre le dio un ictus y, aún siendo una buena persona, ya no volvió a ser el mismo".
Y lo que todavía tenía por contar, aún ha golpeado más fuerte a quienes le critican: "¿Te cuento cómo es ver a tu tío morir de sobredosis y que no te reconozca cuando fue el que me regaló mi primera raqueta? ¿Me vais a venir a contar cómo es la vida? Estoy harto de los mensajes opinando sobre la vida de los demás".
El 'ex' de Oriana ha explicado los duros años en los que experimentó la crudeza de la pobreza extrema y lo ha hecho dando ejemplos muy gráficos e impactantes. "He vivido en la calle y llevo trabajando desde que tengo uso de razón para ayudar a mi familia. Vivo solo desde los 18 años y he pasado semanas comiendo comida caducada porque no teníamos para más que eso", ha escrito en Instagram.
Si no fuera suficientemente insoportable, Pablo se aferró a la vida cuando un accidente de tráfico en el que se vio envuelto pudo acabar con su existencia: "Cuando vivía en Estados Unidos fui atropellado y me dieron muerte clínica. Casi termino en silla de ruedas. Además, lejos de mi familia porque estaba estudiando allí con una beca que me gané con el sudor de mi frente porque mi familia no tiene un duro".
El poeta, con mucha clase, ha invitado a todos a los que no les gusta lo que publica o la vida que muestra a través de su Instagram, que hagan algo que les resulte más edificante: "Yo soy escritor y si no queréis leer drama no lo hagáis, id a ver comedia y dejadnos al resto con nuestra vida, que bastante tenemos".