Ya han cumplido su primer mes como marido y mujer. Cristina Pedroche y David Muñoz se casaron en la casa en la que viven, rodeados de sus padres y con un perchero como fondo. Sí, el ambiente podría haber sido algo más “cuqui”, pero entonces no habría sido real y eso era primordial para esta novia poco convencional. “Qué pereza me daría que el día más importante de tu vida sea el más falso de tu vida también. Yo no soy así. Soy de vaqueros y de zapatillas… No como de repente esas mujeres que se casan y ni el novio es capaz de reconocerlas…” le contó a Luis Nemolato para LECTURAS, en un acto promocional de Multiópticas, de la que ahora es imagen, aunque se haya operado de la vista y ahora se haya arrepentido de no poderse poner algunos modelos.
Ahora hace balance del primer mes de casados y dice que todo sigue siendo igual de fabuloso que antes. Y para la luna de miel no tiene ninguna prisa, “ya la tendremos… En verano. Supongo. Si es que no paramos de trabajar.. De hecho, yo, con las uvas, no podremos ni hacer una escapada en Navidad. Lo que no quiero es que la gente no me conozca. Quiero estar sola con él. Y si la luna de miel para conseguirlo tiene que ser en nuestra casa, pues en nuestra casa”.
Sabe que hizo lo correcto en esperar algún tiempo sin estar con nadie. No quería ser “un cromo más”. “Es que nos tratan como cromos…De verdad. También las mujeres los tratan así a ellos… en el mundo de la fama es todo muy superficial. No se te valora”.
Ahora está encantada con su chico, su pareja para toda la vida al que seguiría al fin del mundo y con el que no tiene prisa por formar una familia. Sabe que todavía no es el momento. “No quiero que sea mi madre la que tenga que ocuparse de mis hijos todo el rato. Yo me quedaría embarazada ahora mismo, pero no se puede. Quiero disfrutar de mi embarazo y de mi hijo bien”.