Una psicóloga advierte sobre cómo el carácter de Alberto de Mónaco desgasta a Charlene: "Tiene necesidad de reconocimiento afectivo y frialdad emocional aparente"

Alberto de Mónaco (67 años) lleva ya 20 años al frente de la Casa Real de Mónaco. Fue en el año 2005 cuando tomó el testigo de su padre Rainiero de Mónaco, algo que le llevó a estar más expuesto si cabe de lo que ya estaba cuando era el heredero. Una exposición que le ha llevado a que varias polémicas sobre su vida vean la luz.

A nivel institucional, los problemas han llegado cuando se ha hablado de las sospechas sobre sus movimientos económicos. A nivel personal, su relación con su mujer Charlene de Mónaco siempre ha estado en el punto de mira. Incluso su boda dio la vuelta al mundo no por ser algo bonito precisamente. Las lágrimas de ella y los rumores sobre que quería huir empañaron un gran día tras el que jamás han cesado los comentarios de crisis entre ellos o sobre la imagen de princesa triste que ella casi siempre luce.

Además, Alberto de Mónaco es padre de dos hijos ilegítimos. Hace unos años les reconoció. Pero cuando vio la luz la existencia de Alexandre y Jazmín Grace, el revuelo fue máximo. Lo fue tanto por su existencia como por las relaciones del príncipe con las madres de los jóvenes. Cuestiones que también habrían pesado en su matrimonio con Charlene, a la que esto no le haría ninguna gracia, en especial por cómo puede afectar a sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella.

El análisis de la personalidad de Alberto de Mónaco

Para entender más sobre la personalidad de Alberto de Mónaco, hemos hablado con la psicóloga Lara Ferreiro. La autora del libro '¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta’, ha profundizado en ese carácter del príncipe monegasco que siempre ha sido tan comentado. Sobre él, la experta ha comenzado su análisis asegurando que “la personalidad de Alberto no creo que sea nada fácil”.

A todo esto, hay que añadir que Alberto de Mónaco siempre ha transmitido una imagen de seriedad y de frialdad que hace que sea complicado que su figura resulte cercana incluso para los monegascos. Cuestiones que hemos querido analizar de manos de una psicóloga experta.

Sobre qué es lo que llevaría a Alberto de Mónaco a tener ese carácter, Lara Ferreiro nos ha contado que una de las cosas que puede influir, es que “es una persona que suele estar más en el deber y en el deseo, que en el cuidado de la pareja”.

Un cuidado de la pareja que en su caso quedaría en muy segundo plano y del que la psicóloga también ha resaltado que “tiene un carácter reservado muy controlado y se pone bastante a la defensiva”.

Otra de las cuestiones que influiría en la personalidad de Alberto de Mónaco, sería que “tiene necesidad de reconocimiento afectivo”. Sobre este aspecto, Lara Ferreiro ha profundizado haciendo alusión a episodios como las infidelidades que habría cometido o a cómo tuvo a su madre Grace Kelly en un pedestal. “Tiene búsqueda constante de validación emocional y eso le puede llevar a hacer cosas de infidelidades… Creo que está profundamente traumatizado de no haber estado su madre, esa madre idealizada”, nos ha explicado. 

Sobre esto último, la psicóloga ha hecho referencia a cómo Alberto de Mónaco se frustraría al no encontrar una mujer con la misma imagen que él tiene de su madre. “Como que ninguna mujer es tan buena como su madre… Es el modelo imposible, figura icónica y sobreidealizada, que además falleció”, ha comentado, añadiendo la pena que Alberto siente desde que Grace Kelly falleció hace ya casi 43 años.

Lara Ferreiro también ha hecho referencia a cómo la personalidad de Alberto de Mónaco es evasiva, tiene tendencia a evitar el conflicto pero piensa en sí mismo”. Algo que podría haber hecho más complicado todavía su matrimonio con Charlene de Mónaco porque por este aspecto, “Charlene se ha podido sentir muy abandonada”.

Además, más si cabe teniendo en cuenta su gran exposición pública al estar al frente de la Casa Real monegasca, la psicóloga tiene claro que a Alberto de Mónaco “le preocupa mucho el que dirán". "Tiene como esa doble personalidad de externo y protocolario, y por otro lado, de interno y muy reservado”, ha añadido Ferreiro.

Por todo esto, tener al lado a una persona como Alberto de Mónaco, especialmente en lo que se refiere a su mujer Charlene, Lara Ferreiro ha determinado que “creo que es muy difícil”. Algo a lo que ha añadido que “creo que tiene también frialdad emocional aparente, como apego evitativo… Entonces creo que le pesa más el legado familiar que es como una losa para él”.

Otra de las conclusiones a las que ha llegado la experta, ha sido que el cabeza de los Grimaldi  “tiene mucha capacidad de contención y diplomacia. Yo creo que eso también ha hecho que al final para Charlene no haya sido fácil”.