Para evitar problemas de logística, don Felipe (56 años) y doña Letizia (52 años) han viajado esta misma tarde hasta Roma en vísperas de la misa que dará comienzo de manera oficial al pontificado del papa León XIV.
Sin previo aviso, los reyes aparecían en las inmediaciones de la embajada de España en la ciudad italiana y no dudaban en darse un baño de masas saludando a todos los curiosos que les aguardaban allí. Además de ser una de las ciudades más turísticas de Europa, este fin de semana se celebra en Roma el Jubileo de las Cofradías, un acto religioso en el que pasos de toda Europa se reúnen para recorrer el centro histórico de la capital italiana en una gran procesión que ha terminado en la Basílica de San Pedro del Vaticano, de ahí que la ciudad estuviera repleta de españoles que han tenido la oportunidad de ver de cerca a los monarcas.
Instalados en la embajada de España en Roma, el matrimonio real saludaba a las decenas de personas que les vitoreaban al grito de ¡Viva el Rey! y ¡Viva la Reina!. Seguramente será desde allí desde donde don Felipe y doña Letizia sigan el Festival de Eurovisión.
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Felipe y Letizia se dan un baño de masas en Roma
Los Reyes de España han revolucionado el centro de Roma en cuestión de segundos. Haciendo gala de su cercanía y naturalidad, se acercaban a todos los que llamaban su atención ya fuera para charlar, estrecharles las manos o inmortalizar el momento con un selfie.
En un momento dado, doña Letizia se saltaba el protocolo al adelantar a su marido en este recorrido informal, así la Reina ha abarcado un mayor espacio mientras don Felipe se paraba más tiempo con la gente. "Hola, ¿qué tal?" o "¿cómo estáis?", repetían.
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El uniforme de básicos de la reina Letizia en su primer día en Roma
La presencia de los Reyes de España en Roma se debe a la misa que este domingo, 18 de mayo, tendrá lugar en la Plaza de San Pedro del Vaticano y que marcará el inicio del Pontificado del papa León XIV.
Sabemos que doña Letizia cuenta con un privilegio, y es que ella es de las pocas reinas consortes que guarda la posibilidad de vestir de blanco en este acto solemne. A la espera de conocer cuál será el look con el que nos deleitará mañana, la consorte nos ha sorprendido hoy con un estilismo de inspiración clásica repleta de básicos.
Abogando por la comodidad pero sin perder de vista el estilo y la elegancia que le caracteriza en cada aparición pública, doña Letizia recurría a sencillo traje de color negro compuesto por una blazer entallada y pantalones rectos que ha combinado con una blusa blanca. Pero si hay algo que ha destacado por encima del resto han sido sus zapatos, unos salones destalonados de color blanco con tacón ancho y puntera negra. Finalmente, ha recurrido a una sencilla diadema negra, un complemento que se ha convertido en habitual y que le permite ir cómoda si lleva el pelo suelto.