Además de afectarle a nivel personal, el hecho de que el rey Carlos (75 años) haya sido diagnosticado de cáncer ha afectado a su hijo Guillermo (41 años) a nivel laboral. Junto a la reina Camilla, el heredero va a ejercer de sustituto de su padre en unos momentos que también están marcados por el hecho de que su mujer Kate Middleton está convaleciente. Una situación nada fácil para él a la que ya ha empezado a hacer frente. Esta misma mañana, el príncipe de Gales ha reaparecido en una ceremonia de investidura celebrada en el castillo de Windsor. Un instante en el que todas las miradas han estado puestas en él y para el que no ha dejado sus gestos a la improvisación.
La tranquilidad del príncipe Guillermo en su reaparición
El príncipe Guillermo sabía bien que en el primer acto que protagonizara tras el anuncio de que su padre el rey Carlos padece cáncer, sus gestos iban a ser analizados al detalle. Cada uno de sus movimientos esconde detrás un mensaje que esta mañana ha querido dejar muy claro. Porque la actitud del duque de Cambridge ha sido el mejor reflejo de cómo piensa afrontar esta etapa en la que los baches de salud familiares se mezclan con el aumento de sus responsabilidades con la corona.
![Príncipe Guillermo](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 1487"%3E%3C/svg%3E)
Gtres
Durante la ceremonia en la que ha estado presente, lo que ha llamado la atención ha sido que el príncipe Guillermo se ha mostrado en calma, ha hablado de forma muy distendida con las personas a las que ha recibido en el castillo, y no ha dejado de charlar e incluso sonreír dando buena cuenta de su lado más relajado y amigable. Una forma de llamar a la calma y de pedir confianza en su trabajo en estos momentos en los que incluso se ha llegado a hablar de una posible abdicación del rey Carlos. Algo que en principio no va a suceder pero que inevitablemente se ha comentado y ha puesto al duque de Cambridge en un posible papel de rey de Inglaterra. Un rol que en cierto modo ahora está asumiendo en sustitución de su padre y desde esa tranquilidad que le caracteriza.
La prueba de fuego a la que se enfrenta el príncipe Guillermo
Porque más allá de que la abdicación del rey Carlos hoy por hoy no esté prevista, de lo que no cabe duda es de que esta es una importante prueba de fuego para el príncipe Guillermo. Cuando Isabel II todavía reinaba y no se sabía cuánto tiempo le quedaba en el trono, fueron muchas las ocasiones en las que muchos expresaron que el mejor sustituto para ella sería su nieto Guillermo y no su hijo Carlos. Alegaban la edad de Guillermo y su buena reputación en la corona y destacaban que en el caso de su padre sucedía lo contrario. Sin embargo, cuando hace un año y medio la que fuera reina de Inglaterra falleció, fue el rey Carlos el que fue proclamado y hasta ahora no había dejado de ejercer como monarca.
El príncipe Guillermo no quiere un reencuentro con su hermano Harry
Del que no quiere saber nada en estos momentos, es de su hermano el príncipe Harry. Pese a que el duque de Sussex se ha trasladado a Londres para visitar a su padre en un momento de lo más delicado, su hermano no quiere saber nada de él. El duque de Cambridge no tendría ningún interés en reencontrarse con Harry y lo que ahora pone por delante es centrarse en su mujer Kate Middleton, en su padre el rey Carlos, y en su trabajo.