No hay que nadie que no sepa que el Palacio de la Zarzuela es el lugar destinado a la vivienda de los monarcas de nuestro país. Más allá de lo que se puede ver desde el exterior y de algunos detalles concretos que han compartido a lo largo de los años, lo cierto es que el interior es todo un enigma. Solo muy pocas personas han tenido accedo al interior y por ello vio la luz la particularidad de las dependencias privadas de la reina Sofía (86 años), el lugar que comparte junto a su inseparable hermana Irene de Grecia (83 años).
La emérita lleva años disfrutando de esta residencia. Ya lo hacía cuando era reina junto al rey emérito Juan Carlos I. Con la abdicación y la posterior proclamación del rey Felipe VI ella continuó viviendo en Zarzuela. Además, no lo hacía sola, ya que su hermana trasladó su residencia cuando la reina Federica falleció. Desde entonces, Irene ha sido el gran apoyo de su hermana mayor y más ahora que se encuentra atravesando un delicado estado de salud debido a su enfermedad.
Zarzuela, espacio compartido
En la residencia de Felipe y Letizia no solo viven ellos junto a las ya mencionadas Sofía e Irene. La princesa Leonor es cierto que lleva unos años haciendo frente a su formación castrense y, como consecuencia, no suele estar mucho salvo contadas ocasiones. Pero la infanta Sofía acaba de concluir sus estudios de bachillerato internacional en Gales, por lo que los dos últimos años tampoco ha estado por la capital de nuestro país.
Sin embargo, algunos de los nietos de la emérita también han frecuentado estas instalaciones, ya que han sido muchos los medios que han confirmado que alguno de los hijos de la infanta Cristina pernoctan en Zarzuela. No obstante, son muchos los medios de nuestro país que han hecho referencia a lo largo de los años de cómo es realmente la vida dentro de Zarzuela y cómo se comporta la Familia Real en la intimidad.
Pilar Eyre, experta en casa Real ya habló en su momento también de este tipo de cuestiones. La bloguera de la revista Lecturas no dudó en compartir algunos de estos detalles del interior del palacio. “Un visitante de Zarzuela, amigo del rey, me contó que una vez se había perdido por el palacio y había ido a parar a las estancias particulares de Sofía”, escribió cuando se produjo el confinamiento la experta en realeza.
De hecho, no dudó en contar detalles de lo que vio. “Solo iluminadas por una lámpara de pie, estaban cenando las dos hermanas en una mesa camilla, vestidas de negro... En silencio y sin esas sonrisas profesionales que siempre exhiben en público parecían dos ancianas. ¡Se las veía tan griegas! Me impresionó la escena”, confesó hace unos años Pilar Eyre sobre lo que le había contado un amigo suyo.
Gtres
De esta manera, estaba desvelando una particularidad completamente desconocida sobre las dependencias privadas de la emérita. Las dos hermanas disfrutaban tranquilamente de una cena pero el rostro que solían mostrar en público no se parecía en nada al que tenían en la intimidad. Además, ambas estaban en silencio, guardándose para la intimidad los momentos de confesiones entre hermanas.
La vida de Irene de Grecia
Ello nos lleva a pensar en la complicada vida que ha tenido la princesa griega. Desde su nacimiento estuvo marcada por diferentes cuestiones. Nació en Sudáfrica, ya que sus padres se encontraban en el exilio tras haber tenido que dejar su Grecia natal. “Eran tan pobres que llegaron a comer hasta la hierba de los caminos. No podían alimentar al bebé recién nacido y le tenían que dar una lata de carne a cucharaditas”, recordaba Eyre sobre este aspecto.
Durante muchos años se vieron obligadas a ir cambiando de residencia, ya que la imagen que se tenía de la familia real griega en aquel entonces no era la idóneo. Por ello, la unión que tienen Sofía e Irene va mucho más allá de cualquier relación entre hermanas, puesto que saben lo mal que lo han pasado durante su infancia. De ahí el hecho de que la reina Sofía no deje sola a su hermana pequeña durante su enfermedad y siempre esté a su lado.
Pero si hablamos de una etapa un poco más adulta, tampoco se puede decir que Irene haya sido demasiado afortunada en el amor. Ella misma confesó que le hubiera gustado ser madre pero las circunstancias no lo hicieron posible. Además, ha tenido varios romances que han sido de lo más comentados en nuestro país. De hecho, circula el rumor que el rey Juan Carlos le pidió a Jesús Aguirre (posterior Duque de Alba) que dejase en paz a su cuñada, lo que propició que dejaran de verse.