Margarita de Dinamarca sorprende con sus confesiones más personales

Junto a Isabel de Inglaterra o Harald de Noruega, la reina Margarita de Dinamarca entraba hace unos días en el reducido club de los monarcas europeos que superan los 80 años de edad. Gozando de un buen estado de salud y dispuesta a continuar frente al trono danés, la soberana ha dejado claro que por el momento no tiene intención de abdicar en favor del príncipe Federico.

Artículo recomendado

Margarita de Dinamarca concluye su cumpleaños con una cena íntima y su discurso más sincero

Con la obligación de haber cancelado los múltiples festejos previstos para su aniversario, Margarita de los daneses celebraba un cumpleaños en el que no perdía la ilusión gracias a las miles de felicitaciones que recibía de sus ciudadanos, su familia y gran parte de las Casas Reales de Europa. Un día que, tal y como confesaba ella misma, "recordará como algo único".

Estrenando sus 80 años, la soberana estrena también un nuevo libro en el que hace algunas confesiones de lo más sorprendentes. En la obra Con la reina en el Teatro Real, la dramaturga de ópera Nila Parly plasma algunos de los detalles más interesantes sacados de conversaciones mantenidas con la reina Margarita a lo largo de los cuatro últimos años, charlas que tuvieron lugar en la biblioteca privada del Palacio de Amlienborg, su residencia oficial.

La madre de los príncipes Federico y Joaquín es una reconocida enamorada del teatro, el ballet y la ópera, convirtiéndose en numerosas ocasiones en la encargada de realizar el vestuario y la escenografía de muchos montajes.

Con un espíritu muy jovial, la reina danesa sorprendía con sus últimas declaraciones: "Soy tan vieja y senil que creo que es genial cuando hay disfraces en el escenario. Especialmente en aquellas obras que están llenas de giros lingüísticos, de acción y cosas por el estilo. No puedes hacer eso con vaqueros ¿verdad?", comentaba con humor en la reciente publicación, tal y como informa el diario BT.

En su faceta de amante de las artes escénicas, la soberana reconocía que es una ventaja pertenecer a la Realeza, ya que puede acudir siempre que quiera a ver las actuaciones. "Algo que me llena de alegría es que si hay un montaje en el Teatro Real que me gusta mucho puedo decir '¡voy esta noche!' También lo hacía mi padre muchas veces, que fue en innumerables ocasiones a ver la ópera Salomé de Strauss".

Tal y como hacía su padre, el rey Federico IX, Margarita se muerde la lengua cuando está disfrutando de un espectáculo. "Mi madre decía que mis hermanas y yo también lo hacíamos. Todavía lo hago cuando la música es realmente agradable, así que no puedo evitarlo", cuenta en el libro.

En las conversaciones mantenidas con la autora, también hace alusión a las vestimentas tan especiales que la Realeza suele lucir en los actos de gala. "Tienes que moverte con él de una manera especial. Si usas un vestido voluminoso no puede caminar así que también se trata de mover la cadera", explicaba a su compañera de charlas.