Una de las situaciones más duras a la que tiene que hacer frente la infanta Cristina en su día a día es aceptar que su marido Iñaki Urdangarín está en la cárcel. Algo complicado de gestionar y para lo que la hermana de Felipe VI ha buscado ayuda.

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Tal y como ha contado el periodista Juan Luis Galiacho en el programa Socialité, la infanta Cristina va al psicólogo porque “tiene bajones como el que le dio en agosto después de ir a ver a Urdangarín”.

La hija pequeña de don Juan Carlos y doña Sofía está en Ginebra tras haber pasado unos días en España en los que ha visitado a su padre durante los días posteriores a su operación y en los que ha aprovechado para visitar a su marido. Junto a dos de sus hijos acudió a la cárcel para mantener un encuentro de una hora y media con Iñaki.

Galiacho ha afirmado que la infanta no tiene pensado vivir en España y que prefiere hacerlo en Suiza porque “Iñaki no va a salir de prisión, ¿qué hace viviendo en España con la presión mediática?”.

Si algo intenta la infanta es continuar con su día a día junto a sus hijos. El pasado 7 de septiembre acudió a una fiesta celebrada en Ginebra, lugar en el que ha encontrado su refugio en su momento más complicado.