Una experta patronista advierte sobre el vestido de novia de Letizia 21 años después: "Era una boda real, era la futura Reina de España y eso conlleva un protocolo"

En el 21 aniversario de la boda de los reyes Felipe y Letizia, hablamos con Asun Domínguez sobre el icónico vestido de novia de la Reina

Letizia
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Dice el refrán: novia mojada, novia afortunada. ¿Estará de acuerdo la reina Letizia con esta afirmación? Lo cierto es que 21 años después, don Felipe y doña Letizia forman uno de los matrimonios reales más sólidos y cómplices. Un amor real completamente alejado del férreo protocolo de la Casa Real. 

Lamentablemente, la novia no tuvo la oportunidad de lucirse y aunque en un principio la idea era que Letizia Ortiz hiciera el paseíllo junto a su padre desde el Palacio Real hasta la Catedral de la Almudena, la realidad fue muy diferente. A última hora se decidió que la protagonista se trasladara en coche a consecuencia de la lluvia que caía en esos momentos en Madrid. Una primera imagen de Letizia vestida de novia a través de la ventana del coche en la que se la veía nerviosa y nos dejaba la primera pista de su imponente vestido de novia, el secreto mejor guardado. 

Hasta ese momento se conocía que el encargo se le había hecho a Manuel Pertegaz, un modisto español que defendía un estilo elegante y sofisticado, una combinación entre la tradición y la modernidad de entonces, donde la artesanía también tenía un punto protagonista. 

Con motivo de su aniversario, este 22 de mayo, en Lecturas hemos analizado el vestido de novia de la Reina desde un punto de vista profesional. Para ello, Asun Domínguez, experta en patronaje y confección nos da las claves de esta joya histórica. Y afirma: "Yo creo que doña Letizia sí volvería a ponérselo". 

Letizia y Jesús Ortiz
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Un vestido de novia para una Reina

A lo largo de los años se ha dicho de todo sobre el vestido, un diseño con el que doña Letizia parecía incómoda por todo lo que pesaba, pero Domínguez lo defiende por un contundente motivo: "Era una boda real, era la futura Reina de España y eso conlleva un protocolo". 

Felipe y Letizia
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Para la experta, un vestido de novia de este tipo debe seguir una serie de características muy claras que doña Letizia y Pertegaz en este caso cumplieron a rajatabla: "Debe ser atemporal y exclusivo, estar diseñado para ella. Un diseño ajustado a su figura, confeccionado con tejidos lujosos y con una gran cola".

Más en profundidad, Domínguez asegura que el vestido le sentaba a las mil maravillas a doña Letizia. "Tiene un corte princesa que le sienta fenomenal, dibuja perfectamente el seno, entalla la cintura y se abre en el bajo. No tiene corte en la cintura, lo que implica un gasto de tejido muchísimo mayor", apunta. En ese entonces se publicó que el precio del vestido fue de 6.000 euros, algo simbólico ya que los expertos en la materia lo llegaron a valorar en 45.000 euros. 

"El cuello chimenea es una de las partes más características del vestido. Escote pico, bordado por dentro y por fuera con hilo de plata y oro. Le hace muy elegante, le hace parecer más regia", asegura la patronista al tiempo que revela que más allá de un vestido es una auténtica joya, una pieza de museo. 

Boda Felipe y Letizia posado oficial
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Para Domínguez, otro de los puntos a resaltar del vestido de novia de doña Letizia es el tejido que eligió Pertegaz. Se trata de una tela gruesa y pesada. "¡Es una maravilla!", exclama. "Son tejidos carísimos, una seda que se vende al peso. Además, que la tela sea gruesa permite que el acabado sea más regio, más señorial y que los bordados se asienten mucho mejor", defiende. 

Ese punto de lujo y exclusividad que requiere todo vestido de novia real, en el caso de doña Letizia llegó en forma de bordados en puños, cuello falda y escote. "No hay nada más lujoso que te hagan un vestido con bordados a mano y con tu propia simbología. Son preciosos, finos y elegantes", asegura la patronista.

Felipe y Letizia
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Las críticas al vestido de novia de la reina Letizia

Asun Domínguez recuerda que una de las mayores críticas que se hizo del diseño es que era "demasiado pesado" para ella, tanto que se la veía incómoda en algunos momentos para moverlo. "Evidentemente es pesado, tiene que pesar. Hay que tener en cuenta que se trata de una boda real. Una cola con más de 4 metros de largo, ¿cómo no va a pesar?", explicaba. 

Sin embargo, no todo es perfecto para Domínguez. Si hubiese sido ella, habría modificado la manga. "La habría hecho un poco más pequeña, más ajustada a su brazo porque da la sensación de que le queda un poquito grande. Ella, hoy en día, habría llevado una manga más ajustada", asegura.

Como reflexión final, Asun Domínguez ha querido dejar claro que está segura de que la Reina volvería a lucirlo hoy porque sigue a rajatabla todo lo que se le pide a un vestido de novia real. Y recuerda como hace apenas unos años estrenó un vestido de gala que guarda muchas similitudes con ese modelo nupcial. "Fue un vestidazo, atemporal y muy bien ejecutado que se volvería a poner. Lo bueno de un buen vestido es cómo ha envejecido en el tiempo y dentro de 20 años seguirá siendo un buen vestido".