El desplante de Carolina de Mónaco y su hija, Alexandra con Ernesto de Hannover durante su segunda hospitalización

La hermana de Alberto de Mónaco y su hija Alexandra han tenido un gesto con Ernesto de Hannover durante su segundo ingreso que no ha pasado desapercibido

Jara Bravo
Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Alexandra de Hannover y Carolina de Mónaco
Gtres

La salud de Ernesto de Hannover ha pasado a estar en el centro del foco mediático. El jefe de la depuesta Casa Real de Hannover fue ingresado el pasado abril en la Clínica Ruber Internacional de Madrid, donde pasó varios días en la UCI. Aunque no se dieron detalles sobre los motivos de su hospitalización, saltaron las alarmas tras las palabras de su novia, Claudia Stilianopoulos, diciendo que el equipo médico consideraba las circunstancias "muy preocupantes".

Con el paso de los días, se intento tranquilizar a los medios asegurando que el ingreso no tenía nada que ver con la operación de cadera a la que se sometió meses antes. Además, su hijo, Christian de Hannover, aseguraba que "todo va bien" tras visitar a su progenitor. Dos semanas después de esta estancia en la clínica, Ernesto era dado de alta. 

Sin embargo, ahora, se ha producido un nuevo giro. Según 'Vanitatis' el aún marido de Carolina de Mónaco ha vuelto a ser hospitalizado en el mismo centro de Madrid. En las imágenes exclusivas, se ve e a Ernesto Augusto demacrado y sentado en una silla de ruedas. No estaba solo. Su pareja, su asistente y su chófer le acompañaban en este trayecto, empujando dicha silla y cargando algunas bolsas. Este equipaje es lo que indicaba que podr��a tratarse de un ingreso programado.

Este nuevo ingreso ha desatado la curiosidad sobre la dolencia que sufre. Según el diario alemán 'Bunte', el representante de la Casa de Hannover tendría "problemas cardíacos", que hacían que sus riñones estuvieran en peligro de sufrir una insuficiencia. Los doctores consideraron que implantar un stent en el corazón era la mejor opción

La reacción de Carolina de Mónaco y Alexandra de Hannover

Durante toda esta situación, todos los ojos se han fijado en Carolina de Mónaco y su hija, Alexandra de Hannover, fruto de su matrimonio con Ernesto. Ante una situación tan grave como la que está viviendo el aristócrata, muchos esperaban algún gesto por parte de la hermana del príncipe Alberto II de Mónaco. Aunque están separados desde hace más de una década, su divorcio jamás se oficializó. Algo que situaría a Carolina como la persona encargada de decidir por Ernesto en situaciones de vida o muerte.

Alexandra de Hannover
Instagram @alex.hanover

Sin embargo, nada ocurrió. Carolina siguió adelante con su agenda de compromisos. Algo que también llevo a cabo su hija, Alexandra. La joven empezó a realizar más actos junto a su madre. Ahora, las dos y Ben Sylvester Strautmann, el novio de Alexandra, han viajado hasta Cuba en un viaje oficial. 

Alexandra de Hannover y su novio
Instagram @alex.hanover

Allí, ambas fueron recibidas por el presidente Miguel Díaz-Canel en el Palacio de las Convenciones de La Habana, donde el político les hizo entrega de un ramo de flores blancas y rojas. Carolina optó por un vestido ligero y con un estampado alegre para hacer frente a las altas temperaturas de Cuba. El motivo de este viaje se engloba en las funciones de la hermana de Estefanía de Mónaco, ya que ese presidenta del ballet de Monte Carlo que ha actuado en Cuba. 

Alexandra de Hannover
Instagram @alex.hanover

"Queremos expresarle que agradecemos mucho toda la intención y empeño de la Casa Real de Mónaco, y en particular de usted, por estrechar las relaciones, los vínculos culturales entre Cuba y el Principado de Mónaco", dijo Díaz-Canel. Unas palabras a las que Carolina respondía, asegurando que "es un honor para mí regresar a Cuba. Hace diez años de mi última visita y también, en aquella ocasión, vinimos para representar un espectáculo de ballet".

Alexandra de Hannover
Instagram @alex.hanover

También, explicó el cariño que le tiene el país por haber visto su evolución. "Nosotros -resaltó- hemos visto toda la riqueza que tiene Cuba con su juventud, sobre todo la juventud que está implicada en los proyectos culturales y artísticos; y a través del lenguaje de la danza, que es universal, hemos podido estrechar nuestros vínculos y brindar apoyo para el desarrollo de la danza en Cuba", continuó la hija de Grace Kelly. 

Alexandra de Hannover
Instagram @alex.hanover

"Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo, después del Vaticano, ser un país pequeño, no nos impide hacer grandes obras. Por eso siempre hemos tratado de llevar adelante toda la obra de la paz, la cultura, las artes y tratar de hacer florecer estas manifestaciones", señalaba.

Aparte de los actos oficiales, Carolina, Alexandra y Ben disfrutaron de las maravillas de Cuba, como sus exposiciones de arte, su gastronomía o el encanto de sus calles. La hermana de Carlota Casiraghi ha mostrado algunos fragmentos de este viaje en su cuenta personal en Instagram. Casas de colores con la arquitectura típica de Cuba, la decadencia de la ciudad y el plan romántico. De esta manera, madre e hija se han desmarcado totalmente de la situación de Ernesto. Un desplante que deja claro que, a pesar de seguir casados, la distancia entre ellos es muy real.

La relación entre Carolina y Ernesto

El amor de Carolina y Ernesto empezó en la clandestinidad. Después de hacer frente a la dolorosa muerte de su marido, Stefano Casiraghi en un accidente de yate, la princesa monegasca pasó mucho tiempo con amigas. Una de ellas fue Chantal Hochuli, hija de un empresario chocolatero de Suiza, que fue el hombro en el que la hija de Raniero se desahogo. 

Chantal estaba casada con un antiguo amigo de Carolina, Ernesto. En aquel entonces, el duque de Brunswick y Luneburg tenía dos hijos con Hochuli. Esta cercanía hizo que ambos reconectaran y empezaran a tener citas alrededor del mundo, como Nueva York, Marruecos o Birmania. Los medios empezaron a captarles juntos hasta que lo hicieron oficial. En 1999, Ernesto y Carolina se dieron el 'sí quiero' y, pocos meses después, nació Alexandra, su única hija en común.

Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover
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Lo que debería haber sido una historia de cuento de hadas se convirtió en un infierno de problemas y exigencias. Para empezar, Ernesto pidió que Alexandra se criara en el Protestantismo aunque los Grimaldi son católicos. El motivo es que si la joven no profesaba esta religión se quedaría fuera de la línea de sucesión al trono de Inglaterra. Una posición que proviene de los vínculos de sus antepasados.

Además de esto, el duque se convirtió en un habitual de los medios monegascos, especialmente por su carácter difícil, sus problemas con el alcohol y la violencia. El mismo año que se casaron, Ernesto fue multado por golpear a un paparazzi y en 2003 se le retiró el carnet de conducir por reiteradas infracciones. Polémicas que se repitieron a lo largo de los años.

Finalmente, Carolina decidió separarse de Ernesto, pero no divorciarse. Algo que sorprendió a la sociedad de la época. Las razones son variadas. Una de las más sonadas es que la hija de Raniero se negaría a perder el título de princesa de Hannover, que le otorga un estatus superior al de Mónaco. Un segundo motivo es que, si se divorcian, todo el legado de los Hannover pasaría a los hijos del duque con Chantal, dejando de lado a Alexandra,