El jueves 13, por la tarde, Carmen Borrego recibía las primeras impresiones de sus compañeros de ‘Sálvame’ desde un centro de belleza. Un lugar privilegiado desde donde contó que en el postoperatorio sufrió una crisis de nervios, pero ahora, con esto superado, disfruta de su nueva imagen. Se siente feliz con su rostro y, ahora que ya lo ha desvelado a toda España, puede recuperar su rutina, y eso está haciendo.
Tras salir del centro de belleza, del que la recogió su marido, José Carlos Bernal, que ha sido un apoyo fundamental en estas semanas, fueron a hacer algunos recados. El matrimonio pasó por la pescadería y la carnicería para llenar el frigorífico de casa. Estos últimos 15 días la hija de María Teresa Campos ha tenido que estar recluida en su domicilio, además de por no desvelar la sorpresa que con tanto celo se ha reservado por parte de Telecinco, por respetar la prescripción del médico que la obligaba a gesticular lo menos posible, llegando a prohibirle, incluso, ver la televisión.
El éxito de su nueva imagen ha sido absoluto. Su círculo más cercano aplaude que Borrego se armara de valor para deshacerse de este complejo que arrastraba desde hacía años y poder tener la imagen con la que soñaba. Ahora abre un nuevo capítulo en su vida recuperando su rutina, pero sabiendo que esta nunca volverá a ser la misma.