Ya está casi todo a punto para la boda de José Ortega Cano y Ana María Aldón el próximo domingo en Sanlúcar de Barrameda. Ya tienen las alianzas, ya tienen el lugar –la finca El Maestre–, el vestido –diseñado por Ana María, con la ayuda del modisto Emilio Salinas–, y faltaba la puesta a punto de sus caras. La pareja se puso en manos del doctor Mendoza, especialista en estética y dermatología, y se sometió a unos tratamientos de rejuvenecimiento que no precisaban de cirugía.
Ana María quedó encantada con la experiencia. Se hizo un perfilamiento de labios y se dio unos pinchazos de ácido hialurónico, un tratamiento indoloro y de efectos inmediatos. La diseñadora reconoció que solo tiene 40 años "pero tengo mis cositas", y afirmó que se había quitado ¡diez años de encima! No está nada mal.
Ortega Cano, a sus 64 años, tampoco es un hombre al que se le pueda pedir aparecer como un jovencito, pero él es un hombre coqueto y presumido y le gusta cuidarse. Recordemos su aspecto envejecido cuando salió del hospital tras el accidente de tráfico que le costó la vida a Carlos Parra. Meses después, recuperado de aquel gravísimo accidente, con el pelo teñido y algún kilito más, Ortega Cano ofrecía un mucho mejor aspecto. Además, el torero cuida su forma física y lo mismo sale a caminar, a correr o va en bicicleta.
El torero también se sometió a un tratamiento muy novedoso. El doctor estuvo cuidando su cara con un láser Harmony, que rejuvenece la piel del rostro sin cirugía, y también quedó muy satisfecho con el resultado.
Este domingo podremos ver qué tal lucen en su boda, con sus rostros rejuvenecidos y con la ilusión de iniciar una nueva vida por delante, después de muchos obstáculos que, por una razón u otra, acababan posponiendo el enlace matrimonial.