La colaboradora de 'Sálvame' ha cumplido la promesa que le hizo a Toñi Moreno y ha acudido a su programa 'Viva la vida' para contestar a todas y cada una de las acusaciones que Toño Sanchís le ha hecho en su plató. Belén se ha mostrado muy tranquila pero contundente en todo momento y ha felicitado a la periodista por la entrevista que le hizo a su ex representante.

"Todo esto empezó cuando una persona me dijo que revisara las facturas de Toño. Al principio no me podía creer lo que me había hecho", ha comenzado a explicar Belén. "Tuvo la oportunidad de arreglarlo, nuestros abogados se podían haber sentado y haberlo solucionado sin llegar a juicio, pero no quiso", ha afirmado. "De todas formas, Toño no es el único culpable. Esto es una trama. Voy a denunciar también al gestor y a la entidad bancaria que permitió que se abrieran dos cuentas con firmas falsas y se moviera mi dinero desde ellas".

"Él no me puede llamar mentirosa porque un juzgado me ha dado la razón", ha concluido Esteban después de que la juez condenara a Toño ha pagarle cerca de 600.000 €. Sin embargo, antes de que ocurriera todo esto, la relación entre representante y representada trascendía lo profesional. Belén es la madrina de Bruno, el cuarto hijo de Toño mientras que él fue designado, durante un tiempo, como tutor de Andrea en caso de que a Belén le sucediera algo. "No me arrepiento de haber dicho que era como mi hermano, entonces lo sentía así. Él solo me quería porque se lo llevaba calentito".

Ante la pregunta de Toñi de si durante todos esos años Belén no se dio cuenta de las prácticas de su representante ella ha contestado que hubo gente que la avisó. "Mi madre y uno de mis hermanos me dijeron que no me fiara pero no les hice caso. Yo no tengo formación para saber lo que hacía. Yo era la que ponía precio a mis trabajos y luego él me daba lo que quería y me decía que el resto iba para Hacienda".

También le han preguntado si no siente pena por los cuatro hijos de Toño y Lorena, a los que podrían embargarles su casa para solventar la deuda que tienen con Belén. "No, no me da pena nadie", ha dicho. "De mi hija no se han preocupado. Además, los abuelos de esos niños tienen buenas casas. Es su padre el que tenía que haberse preocupado por ellos".

Belén no ha querido hablar de Andrea porque ella le pide que no lo haga pero ha confesado que es la única que consigue frenarla. También ha insistido en lo mucho que Miguel la ha ayudado a superar estos momentos tan difíciles.