Anabel Pantoja confiesa a Susana Molina lo que no está dispuesta a renunciar tras haber sido madre: “Es algo que siempre quiero mantener”

El pasado 23 de noviembre fue una fecha que nunca podrá olvidar Anabel Pantoja (38 años). Ese día se convirtió en madre de su primera hija y a partir de ahí su mundo cambió de manera radical. Sin embargo, parece ser que hay determinados aspectos que no está dispuesta a renunciar. Al menos así se lo ha confesado a su gran amiga Susana Molina en el podcast que tiene y donde no ha dudado en hablar sobre su sincera y larga amistad y otros temas de sus respectivas vidas.

Lo que nunca se imaginó vivir es que cuando se encontraba plena de felicidad llegase la angustiosa situación de ver a su hija ingresada. Anabel y David Rodríguez hacían frente a la adversidad durante los 18 largos días que la pequeña tuvo que permanecer ingresada en el hospital canario. Además, tras recibir el alta hospitalaria hubo otra noticia que ensombreció este momento alegre, como fue todo lo relativo al juicio por el que la pareja se encuentra pendiente de conocer su respuesta.

El valor de la amistad

La amistad de Anabel y Susana procede de muchos años atrás. Pese a lo que muchos puedan pensar se conocen por tener amigos en común en Sevilla, el lugar en el que vivían ambas. De hecho, Molina no dudó en viajar hasta Canarias para apoyar a su amiga en aquel momento tan duro. Pero también quiso darle un papel protagonista en su reciente boda, convirtiéndola en ‘amiga de honor’ por todo lo que las une.

Durante su charla en el podcast ‘La sobremesa’ han abordado diferentes cuestiones pero una de ellas ha sido sobre la amistad. “Tú, por ejemplo que ahora se habla tanto de la falsedad en redes, tú tienes tus amigos de toda la vida. Eres bastante hermética, te cuesta que entre gente nueva. ¿Cuál crees que es la clave del éxito?”, consulta la murciana para conocer las razones por las que mantiene a sus amistades de siempre.

La prima de Isa Pantoja no ha dudado en expresar su más sincera opinión. “La clave de una amistad real es cuidarla día a día. Si tú cuidas tu amistad, es recíproco, te van a cuidar a ti. Yo para mí es mantener lo que son mis amigos de siempre. Ha llegado gente nueva. Yo tengo un ojo clínico, un láser. Lo he visto con personas de mi familia que les han traicionado, que les ha salido rana. También me traicionan, ¿eh? Pero creo que he sabido elegir bien”, expresa la influencer.

De hecho, la sobrina de la tonadillera no duda en sincerarse sobre su preocupación actual. “Lo importante es cuidarla y siempre preocuparte. Es verdad que yo ahora, que estoy lejos, tengo una preocupación muy grande, pero intento…”, dice sobre el hecho de tratar de tener contacto con sus amigos, a pesar de ser consciente que su vida ha cambiado recientemente con la maternidad.

Lo que no va a renunciar

Por ello, ha querido dejar claro en esta conversación que hay aspectos a los que no está dispuesta a renunciar bajo ningún concepto. “Yo lo dije: ‘Yo voy a ser mamá, pero sigo siendo mujer, sigo siendo amiga, sigo siendo hija…’ Yo te mando tus vídeos, vídeos míos… No soy la típica madre que se mete en ese mundo de ‘esta es mi etapa’. No. Yo quiero estar en tu vida”, confiesa con total rotundidad.

De hecho, se trata de algo que su propia amiga ha querido confirmar. “Tú preguntas mucho: ‘Qué tal esto, cuéntame cosas, mantenme informada’”, asegura Susana. “Con mis cinco o seis amigos les hablo a diario. Es algo que siempre quiero mantener”, expone Anabel para dejar claro que es una premisa que desea cumplir. Además, no ha dudado en ofrecer las explicaciones de este comportamiento.

La prima de Kiko Rivera es consciente del cambio en su vida tras haberse convertido en madre pero no implica que no siga siendo persona. “La atención la requiere mi hija, pero yo sigo siendo Anabel, la persona que quiere seguir viviendo y teniendo mis amistades”, revela. “Porque al final mi bebé se convertirá en una mini Anabel que se irá con las amigas y yo me quedaré en la casa así, con las bragas colgadas”, explicaba sobre estos motivos.

No obstante, la amistad que une desde hace años a las dos ha provocado que se sincere sobre estos aspectos tan íntimos de su vida. Además, las dos han recordado algunas de las vivencias que han pasado juntas, así como la preocupación que tienen la una con la otra al residir ahora en lugares distintos. Y es que Anabel ha trasladado su residencia a Las Palmas y no parece tener pensado regresar a la península, puesto que es feliz aunque implique renunciar a otras cosas.