El nacimiento de los mellizos de Raquel Sánchez Silva nos ha hecho recordar a todas esas parejas famosas que han recurrido a la ayuda de la ciencia para poder concebir. Los llamados ‘bebés probeta’, fecundados in-vitro, están a la orden del día y son el milagro que tantos padres habían pedido. Estos pequeños han colmado de felicidad sus hogares, en familias en las que concebir parecía algo imposible.

Antecedentes de abortos o problemas de fertilidad son algunos de los problemas que presentan las personas que se someten a tratamientos de reproducción asistida. Cumplir el sueño de ser padres no es tan fácil, por lo que, a veces, no queda otra que ponerse en manos de los avances que nos ha facilitado la tecnología para concebir.

El próximo libro de Raquel Sánchez Silva, ‘Tengo los óvulos contados’, narra este periplo por el que  mujeres y hombres se ven arrastrados para que su sueño confiera forma. Raquel, como tantas y tantas personas, estaba totalmente desinformada cuando decidió reunirse con un experto en reproducción asistida. Tenía 35 años, y un montón de preguntas le nublaban la mente. Quería ser madre, tal vez congelar sus óvulos, pero no se atrevía. Necesitaba saber más, y dado que Internet está plagado de testimonios sin ninguna credibilidad o base científica, decidió que lo mejor era seguir cuestionando a los que de verdad sabían. Ellos le darían las mejores respuestas. A ella y a todos los que están en una situación parecida, ya que, prácticamente nada sabemos sobre el tema.

¿A estas alturas de la vida y todavía sigue siendo un tema tabú? Parece que sí, y muchas personas que han recurrido a ella prefieren no reconocerlo. Pero por suerte todavía existe gente valiente, natural y sin complejos en hablar claro sobre lo que lo que muchos no quieren ni mentar. Gente que cree que acercando sus problemas ayudaran a otros en su situación, o que tal vez su caso pueda servir de ejemplo.

La reproducción in-vitro no es nada raro, ni algo de lo que avergonzarse, y para probarlo, hemos recopilado unos cuantos famosos orgullosos de haber recurrido a esta técnica, y, sobre todo, orgullosos de los hijos que han tenido gracias a ella.