Tatiana Delgado siempre será recordada por tener que abandonar ‘Supervivientes’ solo una semana después de llegar a Honduras. La culpa la tuvo una prótesis mamaria. Parece irrisorio, pero no lo es. En una isla con tantos peligros y sin comida, ni las comunidades propias que da un hogar, la madrileña tuvo que regresar a España por este motivo. El salto en helicóptero en la gala inaugural le causó un desplazamiento de uno de los implantes de su pecho. Esto le provocó fuertes dolores. Curiosamente no fue la única superviviente en tener que dejar su experiencia atrás por esta razón. Ángela Bustillo lo hizo antes tras otra lesión provocada por culpa también del impacto contra el agua.
Después de hacerle un seguimiento y varias pruebas, el equipo médico decidió Tatiana Delgado que tenía abandonar la aventura por motivos de salud. "El resultado de la prueba nos obliga a que tengas que abandonar el concurso. Tienen que trasladarte a España urgentemente, porque los especialistas tienen que verte el seno derecho. Aquí creemos que puedes correr un riesgo y no debes correrlo. No podemos poner en riesgo tu salud", le dijo Raquel Sánchez Silva, entonces la presentadora del reality show en aquella edición de 2011.
La concursante se llevó una gran decepción. No pudo contener las lágrimas por tener que dejar a sus compañeros de edición, entre los que se encontraban Kiko Rivera, Tamara Gorro, Tony Genil o Aída Nízar.
Gtres
No parecía que hubiera vuelta atrás, pero tras solucionar sus problemas médicos, la organización de 'Supervivientes 2011' le permitió volver al concurso que casi termina ganando. No se llevó los 200.000 euros del cheque, quedó segunda. Lo que sí obtuvo fue el cariño del público y un hueco en los platós de televisión durante los años posteriores. Fue pretendienta en ‘Mujeres, hombres y viceversa’, protagonista recurrente del ‘Deluxe’ y conejilla de indias en ‘Cámbiame’, donde la sometieron a una metamorfósis total. Incluso fue uno de los rostros famosos de ‘Ven a cenar conmigo’ en 2018.
Mediaset
El cambio de radical en lo laboral y en lo físico
Tatiana Delgado había trabajado como bailarina antes de formar parte de su participación como actriz en ‘Torrente 4’. Tras esta incursión cinematográfica y paso por 'Supervivientes 2011', fue un rostro recurrente en los platós. Poco a poco, sus apariciones públicas fueron disminuyendo. No tuvo reparo en recuperar el que había sido su trabajo antes de saltar a la fama. Su popularidad le permitió ser un reclamo como bailarina para las mejores discotecas del país. Finalmente, la madrileña se reinventó. Apostó por los estudios. Se formó como técnico de medicina estética para montar su propio negocio. No le resultó nada fácil.
"He sufrido mucho y he aprendido de todo lo malo que me ha pasado. La crítica viene de gente que no tiene nada. Hoy estoy muy orgullosa de la mujer en que me he convertido", relató el pasado verano en 'Socialité'. "Soy libre, me busco la vida y no necesito que los demás me regalen nada. Soy independiente, libre y luchadora. He estado unos años perdida, desubicada. Cuando salí de la tele no tenía muy claro qué hacer ni por dónde tirar. Al final busqué otras alternativas, me encontré a mí misma, me metí mucho en la meditación", contaba con mucho dolor.
Llegó un punto en el que ni la clínica le sirvió e hizo las maletas para irse de Madrid. Pasó un tiempo en Barcelona, pero una escapada a Ámsterdam le cambió de nuevo la vida. "Unas españolas me presentaron al dueño de un teatro erótico. Probé para un fin de semana, pero me encantó. Mostré los shows que hacía, yo hacía tres años que solo estaba con la clínica, pero necesitaba un cambio. Aquí la gente es diferente, no te juzgan", explicaba. Ahora vive feliz en la ciudad holandesa, tranquila y dedicándose a los shows.
La larga lista de sus retoques estéticos
A lo largo de los años, Tatiana Delgado se ha sometido a múltiples cambios estéticos con los que incluso ha llegado a poner en riesgo su vida. No parece la misma persona que pasó por ‘Supervivientes’ en el año 2011. Se afinó la cara, perfiló su nariz, se aumentó los labios e, incluso, cambió sus colmillos. La intervención que más quebraderos de cabeza le dio fue la que se hizo tan solo un año después de volver de Honduras: una de glúteos. "La última (operación) fue cuando me pegaron y me rompieron la prótesis y me la tuve que quitar. Le cogí bastante miedo. Solo me hago colágeno en la cara y me cuido", confesaba el pasado año.
Con el tiempo y debido a los muchos sustos que tuvo, fue reduciendo los retoques estéticos y trabajando más con tratamientos alternativos. Procura cuidarse la piel de forma diferente y centrarse en hacer mucho deporte, además de cuidar su alimentación.
Esos mismos cambios que se hizo durante años no solo la pusieron en peligro, sino que la convirtieron en la diana de las críticas en redes sociales. No le fue fácil superar toda aquella etapa. Adquirió muchas inseguridades por culpa de "gente con vidas muy vacías".
"Me río de que, según las malas lenguas, doy pena porque me he destrozado la cara", contestaba en una de las muchas publicaciones en su cuenta de Instagram. Ha compartido en dicha red social cada una de sus operaciones y retoques estéticos. También influyó bastante el hecho de que fuese criada en un entorno disfuncional y que durante su juventud tuviese varias relaciones tóxicas: "No me quería y no encontraba la manera de conseguir estar a gusto".