A sus órdenes, señora presidenta

Victoria Pavón y Amaia Gorostiza son las dos únicas directivas de equipos de LaLiga Santander. Está claro, el fútbol no entiende de sexos

Presidentas bancos Santander
VICTORIA PAVÓN, presidenta del C.D. Leganés (derecha) y AMAIA GOROSTIZA presidenta de la S.D. Eibar

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Los tiempos están cambiando, como dice la canción, produciendo modificaciones significativas en muchos aspectos de la vida que necesitaban (algunos urgentemente) un revulsivo. La igualdad es uno de ellos. Por este motivo, es ilusionante comprobar cómo ámbitos de los denominados ‘masculinos’ empiezan a dejar de serlo, el fútbol es uno de ellos. Y no hablamos de jugadoras sino de mujeres que ocupan cargos directivos o ejercen funciones de primer nivel.

Así, la igualdad se vive hoy en los campos de fútbol, donde las féminas empiezan a tener un lugar destacado en muchas áreas. Amaia Gorostiza y Victoria Pavón, presidentas del Sociedad Deportiva Eibar y del Club Deportivo Leganés, respectivamente, son las dos únicas directivas de LaLiga Santander. Aunque, en temporadas anteriores llegaron a tres (Layhoon Chan en el Valencia CF), sin olvidar, por supuesto, a Teresa Rivero, la primera mujer presidenta.

Un mismo objetivo

Las dos damas de los clubes de LaLiga Santander tienen trayectorias y vidas diferentes, pero comparten un mismo objetivo: llevar a su equipo a lo más alto. Estas dos mujeres, que se mueven con soltura y sin complejos en un mundo masculino, prefieren hablar de fútbol y del espíritu de camaradería y trabajo que se respira en sus vestuarios que de su condición de féminas y su círculo familiar. Aunque ambas recuerdan situaciones donde las han tratado de forma diferente que a sus compañeros hombres, también minimizan ser parte de ese 10% de mujeres al frente de un equipo y aseguran que los tiempos están cambiando. Tanto es así que el 40% de los directivos del Eibar son mujeres, frente al 9% de la media. Gorostiza es parte activa en esta lucha que reivindica el papel de la mujer en los puestos de gestión.

Trayectorias diferentes

Victoria asumió la presidencia en 2009. Desde su llegada al equipo ha vivido un crecimiento tanto social como deportivo, pasando de poco más de 1.000 abonados a 10.300 y de jugar en Segunda División B a hacerlo en LaLiga Santander. Una trayectoria impresionante, que no ha necesitado fichajes estratosféricos ni una presencia constante en los medios de comunicación.

Amaia, por su parte, asumió el cargo en 2016, aunque desde 2014 era consejera del club. Formada en el mundo empresarial, es consejera en distintas empresas y forma parte del Consejo Rector de Adegi, la Asociación de Empresarios de Gipuzkoa, sus conocimientos económicos y sentido común han marcado muchas de sus decisiones.

El valor del trabajo en equipo

En lo que también coinciden es en no buscar protagonismo sino en reivindicar el trabajo ‘en trincheras’, como base para crear un proyecto sólido, que les permita mantenerse en LaLiga Santander. El sábado 22 de septiembre se enfrentaron en el campo: S.D. Eibar 1- C.D. Leganés 0. Aunque el equipo de Gorostiza se alzó con el partido, su labor y su capacidad para presidir con mano de hierro y sentido común están empatados.

‘Football Can’: el poder de cambiar el mundo

El fútbol tiene la capacidad de hacer amigos, dar alegría, aparcar problemas o dar esperanza... En definitiva, de hacernos prosperar, en un sentido más amplio del económico, colaborando a crear un mundo mejor. Esta forma de entender lo que nos rodea, que nos hace prosperar gracias a las relaciones con los demás, conecta a la perfección con la filosofía del Banco Santander, que quiere contribuir al progreso de las personas y de las empresas, ayudándoles a prosperar en sus vidas de diferentes maneras (invirtiendo en sus negocios, financiando su educación...). El fútbol, el deporte más popular del mundo, es capaz de ayudar a la gente. De cambiar el mundo. Por eso, Banco Santander es el patrocinador de LaLiga Santander, la Champions League y la Copa Libertadores en Latinoamérica. Sin lugar a dudas, ‘El fútbol lo puede todo’.

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