Si hay algo que perdura en la memoria de la moda, son las prendas polémicas y virales que se convierten en el centro de atención indiscutible de una temporada. Si creías que el bolso mini de Jacquemus había dado la vuelta al mundo, hay otro diseño que generó aún más revuelo, y esta vez no de manera positiva. Hablamos del polémico abrigo que lucía Rosalía, y más tarde Kylie Jenner, y que les costó unas duras críticas por parte de sus seguidores. ¿La razón? Estaba confeccionado con piel de zorro.
Una polémica que parecía haberse cerrado hace meses hasta que Irina Shayk ha querido lucirlo, y sumarse a estas críticas que han vuelto a desatarse en internet. Se trata de un abrigo con cinturón, que cuenta con los puños y cuello fabricados a base de este animal, de la firma Saks Potts, y que existe en diferentes colores, con un precio de 1610 euros. Irina Shayk apostaba por su versión en amarillo pastel.
![Irina Shayk](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 900 1125"%3E%3C/svg%3E)
Gtres
Las redes sociales no han tardado mucho en hacer eco de ello, y hacer recordatorio de cuando las otras dos celebrities abrieron este debate del uso de pieles en el mundo de la moda. Rosalía era la primera en convertir a esta prenda viral en cuestión de minutos, luciendo este diseño en una tonalidad naranja, que poco pasaba desapercibida.
Luego era su amiga Kylie Jenner la encargada de seguir con la polémica posando con este mismo abrigo en color azul, a través de sus redes sociales.
Ambas recibieron fuertes críticas e insultos, donde todos señalaban el maltrato animal que había detrás de esa prenda de lujo. ¿El resultado? Nunca han vuelto a aparecer con él, pero el diseño se ha agotado en la web a pesar de su elevado precio, y de toda la polémica generada a su alrededor. La propia marca tuvo que dar un comunicado para explicar por qué utilizaban piel natural en sus diseños. “La piel es sostenible por naturaleza porque es un material que, después de su vida laboral, se convertía en parte del ciclo natural” explicaban, un argumento que seguía sin convencer.