Así narró Lucía Bosé, en exclusiva para Lecturas, su separación de Luis Miguel Dominguín, tras 13 años juntos

Las reiteradas infidelidades del torero dinamitaron su matrimonio con la italiana. Lucía y los niños se quedaron en el domicilio conyugal de Somosaguas, desde ahí, abrió su corazón a Lecturas en el año 1968

lucia bose
Gtres

El 4 de enero de 1968 saltaba el escándalo. Lucía Bosé presentaba en los juzgados una petición de separación de su esposo, el torero Luis Miguel Dominguín. La actriz italiana alegaba incompatibilidad de caracteres y, sobre todo, infidelidades continuas por parte del matador. Siendo desde luego impactante, la noticia no llegaba a sorprender, pues la pareja llevaba alternando desavenencias los últimos seis años y últimamente hacían vidas casi separadas. Sin embargo, la custodia de los tres hijos del matrimonio y el patrimonio compartido –particularmente la residencia familiar de Los Cardos, en Somosaguas, que Lucía reclamaba para sí en la demanda– dieron pie a una batalla legal entre las dos partes. Ambos compartieron en Lecturas sus versiones.

familia dominguin bose
Archivo Lecturas

 

Lucía pide 200.000 pesetas mensuales de pensión

En origen, Lucía le pedía tres cosas a Luis Miguel. La primera, que los tres hijos de la pareja –Miguel, Lucía y Paola– vivieran con ella. La segunda, quedarse con el chalet de Somosaguas, que había sido construido por iniciativa suya. Y la tercera, una pensión mensual de 200.000 pesetas para hacer frente a los gastos de alimentación de los niños (y los suyos propios).

lecturas lucia bose
Archivo Lecturas

 

Prueba de la necesidad económica de Lucía y de la nueva vida que le tocaba emprender tras esta separación fue su vuelta al cine. Tras trece años de ausencia, la estrella se comprometía para rodar ‘Nocturno 29’ a las órdenes del cineasta catalán Pere Portabella.

Los tribunales resuelven quién se queda con los niños

Admitida a trámite la demanda, Luis Miguel golpeó primero en los juzgados. En primera instancia, el juez resolvió que los tres hijos del matrimonio vivirían con su padre y que este solo debía pasarle 40.000 pesetas como pensión a Lucía. Se trataba únicamente de una resolución provisional.

lucia con sus hijos
Archivo Lecturas

Más tarde llegaría la sentencia definitiva y un soplo de oxígeno para la italiana. Gracias a un acercamiento de las partes, el juzgado dictaminó en firme que los hijos vivirían indistintamente con su padre o su madre y que el chalet conyugal de Los Cardos, en Somosaguas, pasaría a ser la residencia de Lucía, quedando el torero apartado de ella. La pensión, eso sí, se mantenía en las 40.000 pesetas mensuales.

Lucía habla en exclusiva para Lecturas: “Lo amo aún”

Arreglado, pues, el asunto de la separación tras este acuerdo ‘in extremis’ en los tribunales, Lucía Bosé, inmersa ya en el rodaje de su nueva película, concedió una entrevista exclusiva para nuestras páginas, donde se desahogó sobre su situación.

Para sorpresa de todos, declaró que no todo eran cenizas entre el torero y ella. “Sí, lo amo todavía. Quiero a Luis Miguel Dominguín”, nos confesó, añadiendo: “No excluyo la posibilidad de que un día hagamos las paces. Trece años de matrimonio no se pueden cancelar así como así”. Lucía valoraba de esta manera el acuerdo de separación. “Luis trató de ponerse de acuerdo conmigo, dejándome los niños y la casa de Somosaguas. Yo tenía derecho a todo lo que Luis y yo poseíamos en familia, pero preferí renunciar y dejárselo todo a él”.

Lucía bose y luis miguel dominguin
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¿Cómo han reaccionado los niños a la separación?, le preguntamos. “Bien –nos contestó Lucía–, sobre todo porque en apariencia no ha cambiado nada para ellos. Luis viene a menudo a reunirse con nosotros, comemos todos juntos, juega y discute con los niños”.

lucia dominguin miguel
Archivo Lecturas

Por último, Lucía entró al trapo de su vuelta al cine. Ella dejó su profesión de actriz cuando se casó con Luis Miguel y la retomó justo tras su separación. ¿Le prohibía el torero trabajar? “Tampoco esto es verdad, eran los niños quienes con sus exigencias no me lo permitían”, señalaba. Es más, afirmaba que solo había vuelto a ponerse delante de las cámaras tras tener una conversación con sus pequeños. “He podido volver al cine porque mis hijos, después de preguntárselo, me han dado directamente permiso para ello; si no, no lo hubiera hecho”, aclaraba.

Dominguín se defiende: “No soy un ‘playboy”

Turno de la otra parte. Tras las acusaciones de infidelidad de Lucía, Luis Miguel Dominguín decidió hablar para sacudirse la imagen de ‘playboy’. “Playboy’ significa ‘hombre para jugar con él’. Yo no soy un ‘playboy’ porque nadie ha jugado conmigo, sino yo con los demás. La gente se escandaliza por cualquier nimiedad”, dijo en una entrevista.

El matador defendía su estilo de vida con uñas y dientes: “Aquí, en este país nuestro, la seriedad es morirse de tristeza. Por ahí no paso. Yo no me voy a vestir de oscuro, ni voy a tener una mujer gorda y boba, ni voy a comer paella los domingos solo para que la gente diga que soy un hombre serio. Yo, en definitiva, soy un hombre honesto que hago siete tonterías sonadas como cualquier ser humano”, se justificaba. Respecto a su separación, alegaba: “Me parece una solución más honesta que simular una vida conyugal inexistente. Lo que no entiendo es esa idea nuestra de que cuando un matrimonio se separa tengan que ser enemigos".