A la tercera fumata ha ido la vencida. Tras cuatro votaciones en la Capilla Sixtina, a las 18:08 de este jueves, 8 de mayo, hemos visto el humo blanco salir de la chimenea más internacional. El cónclave ha sido corto y en la segunda jornada ha habido acuerdo para elegir a un nuevo papa.
Los 133 cardenales que han participado han alcanzado el "quorum" de los dos tercios de papeletas (al menos 89 votos) muy pronto para señalar a Robert Francis Prevost (69 años), cardenal estadounidense de la Diócesis de Chicago. Tras ello, el elegido ha tenido que aceptar un cargo vitalicio que le convierte en el máximo representante de la Iglesia Católica y el jefe de Estado de Ciudad del Vaticano.
Dominique Mamberti, cardenal protodiácono, era el encargado de presentar al mundo al que será el pontífice número 267. El sucesor de San Pedro ha pasado por la famosa 'sala de las lágrimas', en la que le esperaban los atuendos para vestirse por primera vez con la vestimenta papal.
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En 2013, fue a las 19:43 horas de la tarde cuando se pudo ver la fumata blanca antes de ver al papa Francisco, pero en esta ocasión se ha podido adelantar sin esperar a que terminara la serie de dos votaciones. La plaza de San Pedro se ha convertido en una auténtica fiesta y se han escuchado durante largos minutos vítores y gritos de "¡Viva el papa!".
"Habemus papam": el cardenal Robert Prevost
El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, ha sido señalado por sus compañeros del Colegio Cardenalicio tras cuatro votaciones para representar a la Iglesia Católica y suceder a Jorge Mario Bergoglio, que fallecía el lunes, 21 de abril, tras sufrir un ictus después de presidir la bendición "urbi et orbi" el Domingo de Pascua.
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El nombre que ha elegido para su pontificado es León XIV y así lo ha confirmado Dominique Maberti al presentarle ante los fieles en el balcón principal de la plaza de San Pedro, engalanado desde el inicio del cónclave con las solemnes cortinas de color rojo para recibir al nuevo Santo Padre.
Son muchos los retos que tiene por delante en el camino después del que ha marcado su antecesor, que en sus primeras horas declinó vivir en el Palacio Apostólico y quiso mostrar su humildad como pastor de la iglesia. En la misa "Pro eligiendo romano pontífice" dejaron claro que se buscaba "un papa para la unidad y la comunión".
Primeras palabras del nuevo pontífice
"La paz esté con todos vosotros. Hermanos y hermanas queridísimos. Este es el primer saludo del Cristo resucitado, el buen pastor que ha dado la vida para Dios. Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en nuestro corazón y alzcanzara a todas las personas en cualquier lugar, a todos los pueblos y a toda la tierra. La paz esté con vosotros", ha comenzado su primera intervención Robert Prevost tras ser elegido papa.
Ha insistido en repetir la palabra "paz", que quiere que sea entendida como "desarmada y que desarma, humilde y perseverante", esa que "proviene de Dios, que nos quiere a todos de forma incondicional". "Todavía guardamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente del papa Francisco que bendecía a Roma", ha homenajeado el nuevo Santo Padre.
Refiriéndose a su antecesor, hacía mención especial al momento en el que "daba su bendición al mundo entero esa mañana del día de la Pascua", en la víspera de su fallecimiento. "Permítanme seguir esa misma bendición", coincidía.
Su Santidad mostraba sus intenciones de mantener esa unidad desde los primeros minutos al frente de la Iglesia Católica: "Dios os quiere a todos y el mal no va a prevalecer. Somos todos hermanos de Dios. Por eso, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, vamos adelante".
"El mundo necesita su luz y la humanidad necesita a él como el puente para que Dios y su amor lo puedan alcanzar. Ayudadnos a construir puentes con el diálogo, el encuentro y uniéndonos todos para ser un solo pueblo en paz. Gracias al papa Francisco", proseguía Prevost, que ya ha sido bautizado como León XIV.
Además, aprovechaba para "agradecer a todos los hermanos cardenales" tras elegirle en el cónclave y también ha querido enviar "un saludo especial" a su "querida" Diócesis de Chicago, "donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto tanto para seguir siendo iglesia fiel".
El nuevo papa León XIV y la 'sala de las lágrimas'
La 'sala de las lágrimas' ha recibido al pontífice tras abandonar la Capilla Sixtina y aceptar convertirse en el nuevo papa. Este lugar fue bautizado así por el llanto de algunos de los representantes que han pasado por allí tras ser elegidos.
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En ella, hay tres tallas de la vestimenta papal y otras tres de los zapatos con los que pisa por primera vez el balcón de la plaza de San Pedro para dirigirse a los fieles y al mundo entero con el propósito de continuar el legado de Francisco.
Mientras se preparaba, las personas que esperaban en el Vaticano para ver su rostro no dejaban de gritar y el ambiente ha sido tremendamente emocionante, con muchos de los fieles emocionados al poder vivir 'in situ' un momento histórico. Mucho más ha sido el jolgorio cuando Mamberti ha presentado al estadounidense Robert Prevost, ya convertido en León XIV.
Lleno en minutos
Hay muchas personas y periodistas que no han podido llegar a la plaza de San Pedro y se han quedado a las puertas tras la sorpresa de una fumata blanca que ha descolocado a quienes esperaban que, de no haber salido a las 5 y media, podía llegar a las 7 de la tarde.
Tal y como ocurría en la primera jornada del cónclave, el hecho de que el número de cardenales electores haya aumentado en esta ocasión, ha retrasado los tiempos para un escrutinio más complejo que en anteriores elecciones papales. Finalmente, ni Pietro Parolin ni Luis Antonio Tagle han salido como papas y sí un perfil equilibrado y tranquilo como el de Robert Prevost.
Las cámaras de todos los medios de comunicación enfocaban a la Logia de la Bendición y a ese balcón en el que León XIV se ha presentado al mundo y el principal enclave de Ciudad del Vaticano se ha llenado en minutos. Quienes tenían la oportunidad de estar ahí han intentado encontrar un hueco para saludar al sucesor de Francisco.
En un principio, se hablaba de 45 minutos de preparación, pero en un momento así es necesario cuidar cada detalle y el Santo Padre también debía pensar cada gesto y palabra con la que saludaba a la multitud presente y a los que hemos seguido la retransmisión en directo desde que se confirmara el "quorum" en la Capilla Sixtina. Ha sido a las 19:14 cuando el cardenal protodiácono ha presentado a León XIV.