Para todos los bolsillos. Resulta lógico y evidente pensar que no todos tenemos la misma capacidad para ahorrar y, en muchos casos, ya supone bastante esfuerzo llegar a fin de mes con los ingresos de los que se disponen y los gastos que hay que asumir cada vez que pasan las facturas por el banco.
En la conversación que hemos tenido con Natalia de Santiago (48 años), hemos aprendido que es importante que convivan la constancia y la abundancia. En cuanto a la segunda, a veces es muy pequeña la cantidad que podemos ahorrar mensualmente, peor si lo hacemos bien y lo mantenemos en el tiempo, podemos obtener muy buenos resultados.
La experta en ahorro nos explica cuáles son las consecuencias de mantener ese dinero que separamos en nuestra hucha mensual si la dejamos en el espacio tranquilo de una cuenta que no nos aporte ningún tipo de rentabilidad. Influye, -y mucho-, la inflación acumulada. A la hora de invertir, por otro lado, nos da algunas claves para no tropezar en ese escenario de riesgo.
Organizar los gastos
Lo primero que le comento a Natalia de Santiago en nuestra conversación es que me resulta sencillo utilizar una tabla de datos para apuntar los pagos que tengo que hacer cuando empieza el mes, porque así puedo saber lo que tendré disponible para ocio y ahorro.
"Hay mucha gente que somos muy del Excel y que nos encanta. Si a ti tu sistema te funciona, pues también está muy bien. Lo que sí que es una forma fácil de organizarse es tener muy controlados y separados lo que son los gastos, digamos recurrentes, -los fijos que siempre te van a llegar y los que están domiciliados- de lo que son los gastos, digamos discrecionales, que son los que tienes que sacar la tarjeta o el efectivo para pagar", explica la experta.
En ese sentido, más allá de la herramienta que usemos para nuestra gestión financiera particular, considera que "es importante saber qué parte de los gastos se te van en cada una de estas dos categorías, porque los fijos son los que hay que tener muy controlados, ya que si se te desmadran, te vuelves muy poco flexible".
Según la divulgadora financiera, "si tenemos una estructura en la que los gastos fijos son demasiado altos, vamos a tener que hacer que los otros sean más reducidos, porque tenemos poco margen de maniobra". En cambio, "si los mantenemos dentro de un orden, pues luego la parte esa que corresponda a que este mes tenga un gasto, pero que no se va a repetir, me permite más margen para hacer esas cosas y también para ahorrar".
El ahorro como gasto
Una vez elegida la herramienta y hayamos ajustado lo que podamos guardar para el día de mañana, Natalia de Santiago recomienda que seamos conscientes de una necesidad que, en ocasiones, no tenemos en cuenta: "Hay que convertir el ahorro en un gasto fijo".
La experta es de la máxima de que "si dejamos el ahorro para ver si queda en la cuenta algo a final de mes, tenemos muchas papeletas de que no quede nada". Por eso, es importante separarlo cuando hagamos las cuentas iniciales, aunque luego hagamos nuevos ajustes.
Cuidado con la inflación
"Estamos perdiendo mucho dinero ahorrando en una cuenta sin rendimiento, porque además los datos de 2004-2024, -con una inflación acumulada del 55%-, corresponden a una época de una inflación muy baja", nos advierte la divulgadora financiera cuando le preguntamos sobre las huchas bancarias sin rendimiento.
Cree que, "en los próximos 20 años, es muy probable que los datos de inflación acumulada sean todavía peores, porque el problema de la inflación acumulada es que aunque la inflación baja, viene encima de la del año anterior". Tenemos una idea fijada cuando hay un descenso, pero hay que leer más allá.
"Que baje solo quiere decir que los precios suben menos, pero siguen subiendo encima de lo que ya subieron el año anterior", nos explica fácilmente Natalia de Santiago. Por ello, nos aconseja que "no podemos dejar los ahorros a largo plazo, salvo si estás ahorrando para un viaje que te vas a hacer en 6 meses (En ese caso tiene poco tiempo para comérselo). "Todo lo que estés ahorrando a largo plazo no se puede dejar en la cuenta, porque en lugar de ir creciendo se lo va a ir comiendo la inflación", concluye.
La experta subraya, además, que "eso va a pasar seguro, porque además la economía está diseñada para que siempre haya un poco de inflación". El ahorro, continúa, "cuanto más a largo plazo, más urgente es invertirlo o utilizar productos que nos ayuden a combatir la inflación, porque el principal error que cometemos es que "si ahorramos hoy 1.000 euros y no invertimos, dentro de 20 años ese dinero va a valer unos 450".
Invertirlo es mucho mejor, pero sabiendo y asesorándonos, porque otro de los principales fallos en los que podemos caer y es peligroso es que lo hagamos en lo que no sabemos, con productos o en terrenos que desconozcamos por completo.