"Durante el verano se gasta más de lo necesario". Hace ya unos años, el profesor universitario Gonzalo Bernardos (62 años) intervenía en un interesante debate en 'Espejo Público' en el que respondía a la pregunta sobre si debemos "ahorrar o gastar" cuando llegan ciertas "cuestas" que tenemos que afrontar a nivel financiero.
En el bolsillo se acumulan las monedas que nos ganamos a pulso en nuestro trabajo, pero también las facturas, las pretensiones de ocio y lo que se nos viene encima con las vacaciones de verano. Traslados, hoteles y pasar más tiempo fuera de casa nos llevará a destinar un presupuesto mucho mayor a la partida más disfrutona.
Nos preguntamos qué hacer con la paga 'extra', si la tenemos contemplada en nuestras condiciones por contrato y de qué manera enfrentarnos a lo que vendrá tras el tiempo de descanso. El experto en economía es de la máxima de tener "un colchón" y, de hecho, propone dos procesos diferentes en esta temporada y en el después.
Bernardos compartía su análisis en el espacio matinal de 'Antena 3' en el que hacía un interesante paréntesis para sus recomendaciones de cara a las vacaciones y lo que puede ocurrir después. Hay que tener en cuenta la situación concreta y lo que podemos asumir, tanto en el gasto, como en el ahorro y la inversión.
Ahorrar, gastar o invertir
Algunos expertos abogan por asumir riesgos importantes y se ubican en ese terreno del crédito, dentro de un cierto control, para poder fomentar y favorecer el movimiento del capital y una economía circular que nos repercuta en beneficio a todos.
"Yo no recomiendo jamás que en unas vacaciones, en gastos superfluos, en cosas de capricho uno tenga que endeudarse", opina Gonzalo Bernardos, que matiza con "dos procesos diferentes" a tener en cuenta en lo relativo a esta cuestión.
En cuanto al ahorro, considera que "hay que tener siempre un colchón por si acaso". "Lo que sucede es que hay demasiadas personas que tienen demasiado colchón, porque hay 843.000 millones de euros en depósitos a plazo fijo o cuentas corrientes. Ese dinero es excesivo y además tienen una retribución prácticamente nula".
El dato es anterior a la pandemia, con lo que ahora el escenario también sería diferente o se habría actualizado. No obstante, lo interesante está en el consejo que da el experto en economía a las personas que tengan todo ese capital ahorrado: "tienen que invertir".
La convivencia en la inversión inmobiliaria
En la gran duda sobre si ahorrar o endeudarse hay un escenario en el que se produce una convivencia que sí apoya Gonzalo Bernardos. Se trata del mercado de la vivienda, en el que ahora mismo es un buen momento, según el director del máster en Gestión, Asesoría y Promoción Inmobiliaria, para comprar.
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"La mejor alternativa es el mercado inmobiliario, para el que hay que complementar ese ahorro con un endeudamiento y por lo tanto invertir para luego obtener rentabilidades superiores al tipo de interés y a la tasa de inflación, incrementar el poder adquisitivo y su riqueza", opinaba el experto en el mencionado programa.
Recientemente, en su columna de opinión del portal 'Líder Actual', el profesor aseguraba que "la banca tiene una gran disponibilidad y vamos a ver cómo se conceden préstamos hasta 40 años" y, en esta situación, aconseja comprar "donde estará el grueso de la demanda", que son barrios más de la periferia y obreros, donde luego se obtendría una ganancia mayor.
La tarjeta de crédito en vacaciones
Gonzalo Bernardos hacía otro apunte relacionado con el uso del saldo a mayores que nos pueden ofrecer ciertos productos bancarios en un momento como el que se acerca: las vacaciones de verano. "Lo que hay que dejar muy claro a las familias es que cuidado con la tarjeta de crédito, porque hay una buena y una mala utilización", advierte el experto.
"La buena es cuando yo pago con tarjeta y al final de mes me cobran todo aquello que he ido comprando a lo largo del mes, que en este caso el interés es 0, pero si yo hago pagos aplazados, el tipo de interés está entre el 20 y el 30%", reseñaba el profesor.
Cuando llegue septiembre, continuaba en el mencionado espacio, nos tendremos que preguntar si con la vuelta al cole, por ejemplo, "los niños pueden seguir utilizando la mochila" y "si los libros de texto, los puedo seguir reciclando de un hermano mayor" o buscar otras alternativas de ahorro para desahogar la carga de las familias después del verano.