Dani García (49 años), chef Estrella Michelin: "Nadie quiere hablar de dinero, pero todos dependemos de él"

El exitoso chef se ha sincerado sobre su trabajo y ha compartido una importante reflexión sobre la economía.

Dani García
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Casi nadie quiere hablar de su situación económica. Es un tema privado, tabú e incómodo para cientos de celebrities. La alta cocina, el cine o la música son tres de los sectores que más dinero generan en nuestro país. Aun así, pocos se atreven a responder a la temida pregunta. ¿Cuánto dinero ganas al año? Dani García (49 años) se ha plantado y ha compartido una importante reflexión sobre su fortuna y el dinero que afecta cada vez a más personas, aunque no alardea de sus cifras.

Dani García se sincera sobre su estilo de vida

El dinero no lo es todo para Dani García. Tampoco lo que puede comprar con él. Disfrutar de la compañía de sus amigos y de su familia es uno de los tesoros más valiosos que no se pueden adquirir con dinero. Tampoco se considera una persona muy caprichosa, sino todo lo contrario. El exitoso chef asegura que quedarse en casa sin trabajar un día cualquiera es uno de los mayores lujos que puede permitirse. Dani utiliza estos momentos para disfrutar de la vida y de los suyos.

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El tiempo es realmente importante para él y podría decirse que la tranquilidad es uno de sus mayores regalos. Aunque otros prefieren disfrutar directamente del dinero, Dani lo utiliza para buscar la felicidad junto a su familia. Gracias a su fortuna, su madre ha conseguido la casa de sus sueños en Marbella. También sus dos hijas han podido dedicarse a su vocación. Incluso se han trasladado al extranjero para cursar sus estudios en Londres (Inglaterra) y Boston (Estaos Unidos).

A pesar de su alto nivel de ingresos, Dani es humilde. No le importa hablar sobre su economía porque es consciente que no le va la vida en ello. "Nadie quiere hablar de dinero, pero todos dependemos de él", cuenta en ‘El Español’. El conocido chef con varias décadas de experiencia a su espalda todavía recuerda con nostalgia cómo fueron sus primeros días en el mundo laboral. También reflexiona sobre uno de los momentos más duros de su carrera profesional que, a su vez, le ha ayudado a llegar a la verdadera cima.

Dani cerró las puertas de su espacio culinario más reconocido para apostar por otros proyectos que, sin duda, no le han fallado. Nueva York o Dubái son algunos de los lugares a los que ha llevado su exquisito trabajo. Son decisiones arriesgadas, sí, pero gracias a ellas ha conseguido posicionarse con dos Estrellas Michelin. De hecho, Dani es el primer cocinero español con un galardón de este tipo en Dubái.

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Dani García, el líder más honesto

Tener los pies en el suelo, a pesar de todo, es algo que habla muy bien del cocinero. No solo es la imagen de su restaurante, sino que también celebra cada día el trabajo de sus compañeros. A sus 49 años, Dani sigue aprendiendo de su entorno y reconoce que la cocina creativa está en constante evolución. No tiene la llave mágica para ser el mejor, pero sí trabaja duro cada día para mejorar su trabajo.

“Mi sueño a partir de ahora es estar un domingo paseando por Marbella sabiendo que medio mundo está comiendo mi gazpacho de cereza o mi brioche de rabo de toro”, sostiene en su espacio ‘Grupo Dani García’. El andaluz se conforma con la felicidad de los demás. Presenciar cómo otros disfrutan de sus creaciones es uno de los mayores premios que puede recibir más allá de las Estrella Michelin. “Mi madre quería una casa en Marbella y la tiene”, cuenta en el citado medio.

En cualquier caso, no ha sido un camino sencillo para el chef. Desde que dio sus primeros pasos ha trabajo duro con compromiso. Su éxito actual y la felicidad de su familia es fruto de ello. Todavía mantiene su espíritu y vocación por la cocina intacto. Trabajar cada día como cualquier otro es clave para él.

Su familia vive de lo que ama y chef es feliz con esto. “Tengo más de lo que nunca hubiera soñado”, ha confesado. El conocido chef que además se ha convertido en una inspiración para miles de personas en todo el mundo es reconocido por su autenticidad y humildad.