Estos días pasados también he tenido momentos de alegría, como la vuelta de Carlota Corredera. Por cierto, Carlota, no sé por qué estoy contenta cuando no me has cogido el teléfono en todo el verano. Eso significaba que ella necesitaba desconectar y que lo estaba haciendo. Sé que era feliz dónde estaba y con quién estaba. Es una broma que no esté contenta, porque lo estoy, y mucho, por ti. Ella lo sabe. Yo lo estoy, también, porque he podido estar en el estreno de su nuevo programa. Deseo de corazón que le vaya muy bien, porque cuando a los amigos y a los compañeros les va bien es parte de mi felicidad. No quiero terminar este blog sin destacar la esperadísima vuelta de Ana Rosa Quintana. El público se ha portado con ella. A pesar de no haber podido estar en primera línea desde hace un año, ha tenido el apoyo de la audiencia que durante años la sigue. Eso tiene que ser un orgullo enorme para ti y para tu equipo. Bienvenida, Ana, y gracias por no tirar la toalla.