La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin están devastados desde que se ha conocido que el Tribunal Constitucional ha rechazado el recurso presentado por el abogado del marido de la hija menor de don Juan Carlos. Devastados Devastados. Así están la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin desde que han sabido que el último recurso de su abogado ante el Tribunal Constitucional no ha sido admitido. ¡En tan solo un par de líneas, los magistrados lo han rechazado! Sin permisos Además, todos los intentos –legales– para que Instituciones Penitenciarias aplique alguna medida de gracia chocan con el propósito de Zarzuela: que nadie pueda decir que el cuñado del Rey goza de trato privilegiado, por lo que es seguro que hasta diciembre no disfrutará de ningún permiso. Se refugia en la religión Un castigo doblemente doloroso para Iñaki, ya que considera que no ha cometido ningún delito y está pagando injustamente . Su único refugio es la religión, ya que las visitas de su mujer empiezan a escasear, como acaba de contar Consuelo Font en El Mundo. El sufrimiento de las esposas de los presos Cristina no está mejor que su marido. Un alto cargo de prisiones me aclara que “nadie habla del sufrimiento de las esposas de los presos por delitos económicos, la situación de la infanta todavía es más dura que la de Urdangarin”. De palacio a una prisión Le pido que me lo aclare: “Hombre, pasar de palacios, reverencias y premios de vela a una prisión, a un vis a vis carcelario de un par de horas en una habitación tipo hostal humilde, dos camas, mesita de noche y baño con váter, bidé y ducha, con la líbido por los suelos, y sin nada qué decirse –porque la falta de contacto enfría los amores más profundos y los matrimonios más sólidos– es muy difícil de soportar”.