¡No están contentos! En Inglaterra –digo– con el sarao este del príncipe Carlos atendiendo a Preysler y cía. Cuando empezaron estos peculiares encuentros, un diputado laborista ya riñó al príncipe de Gales en el Parlamento porque “debería tener más cuidado a la hora de mezclar negocios y beneficencia”, y ahora se quejan de que su advertencia cayera en saco roto. Aunque, eso sí, han cambiado el emblemático Buckingham por un palacio escocés abierto al público, que se alquila para bodas y donde hace un frío del carajo según me cotillea uno de los asistentes. Pero la prensa, allí, solo destaca en titulares y fotos a Antonio Banderas.

En el Daily Mail describen a Isabel Preysler como “una modelo que guarda una estrecha relación con Carlos” (¿será por eso por lo que Camilla nunca está en este evento?). Y Mario Vargas Llosa desaparece de la foto: o no es citado, o se refieren a él como el “partner de Preysler” añadiendo con desgana que es “un ganador de Premio Nobel”, pero tampoco dicen en qué modalidad. ¡Pobre Mario, ha acabado de volante del traje de cola de su novia! Por cierto, que sus amigos de la etapa preisabel no entienden el aspecto algo desaseado que presenta en ocasiones, “se nota que nadie lo atiende como Patricia, que le compraba hasta los calzoncillos, llevaba su ropa al tinte, y en caso de apuro, le cortaba el pelo ella misma”.