Unos tienen gatos, otros perros, ¡y otros zorros! ¡Como Pilar Rahola! A su casa de Cadaqués se acerca cada día una zorra y come de su mano. “Como en invierno voy poco, creía que este verano se habría buscado otro lugar para vivir… Pero no solamente ha vuelto, sino que ha traído una cría. ¡Y me reconoció!”. Ahora son madre e hijo los que ya forman parte del ‘bestiario’ de su casa. Roberto, su marido, añade: “A veces voy expresamente a Cadaqués solo para darles de comer”. Por cierto, hay una anécdota de Pilar y su marido que comparten nada más y nada menos que con los reyes eméritos. ¡Ambas parejas rompieron sus camas en una apasionada noche de amor! Pero mientras a Pilar y Roberto les pasó en su casa, a Juan Carlos y Sofía el percance les sucedió en el Pazo de Meirás, la residencia veraniega de Franco. Así lo cuenta Jaime Peñafiel en su estupendo libro ‘Los ochenta años de Sofía’. Peñafiel es el único de todos nosotros que cuando habla de aquellos príncipes jóvenes que no sabían muy bien qué iba a ser de sus vidas puede decir: “¡Yo estaba allí!”.