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Si antes éramos los que hacíamos entretenimiento los que recibíamos hostias por doquier ahora no sólo no las recibimos sino que además se lo pasan bien con nosotros y ya nadie tiene reparos en manifestarlo. Y esto tiene mucho que ver con el estado en el que se encuentra la “prensa seria” de este país. Leo los periódicos casi tapándome la nariz porque hace ya tiempo que dejaron de informar y pasaron a convertirse en voceros del gobierno del turno o apéndices de la oposición. No existe el término medio.
Hay columnistas (poco) con los que todavía aprendes porque no les pierde la pasión pero son los menos. La mayoría destilan odio o rabia –o las dos cosas a la vez- porque saben que armando jari sus artículos tendrán repercusión y conservarán su puesto. Mienten o trampean a sabiendas pero prefieren engañar a quedarse sin una colaboración. De ahí que la gente –que nunca ha sido tonta- se sienta a ver GH VIP 6 y los disfruta sin prejuicios porque sabe lo que va a ver. Entretenimiento. Puro y duro. A un grupo de personas que se encierran en una casa para dar noches de gloria al respetable. Lo puedo decir más alto pero no más claro: tengo la fortuna de presentar los programas más honestos de la televisión española.