El jueves, durante la gala de ‘GH VIP6’, le lanzo un dardo a Rosa María Mateo y hay mucha gente que se escandaliza. A mí, lo que verdaderamente me escandaliza es que una entidad como la academia de la televisión no saliera en defensa de todos los profesionales que hacemos realities en España, un género que parece que no se encuentra entre los predilectos de la señora Mateo. También yo parezco nuevo. ¿Qué puedo pedirle a una entidad que no me ha premiado en ninguna de sus ediciones, siendo como soy uno de los mejores profesionales de este país? No quiero hacer sangre con que durante muchos años sus galardones se hayan repartido en un casino. Pero vamos, ya lo he dicho.

Volvamos a Mateo. Me cae muy bien y gozo cuando la veo enfrentarse a los del PP. Pero sus declaraciones sobre los realities me recuerdan a aquellos abuelos que decían que los Beatles no eran más que unos melenudos que no hacían música. Son tan rancias como obsoletas. Mateo pretende dirigir RTVE guiándose única y exclusivamente por sus gustos. Y no es eso, no es eso. Se ha equivocado de cargo. Debería estar dirigiendo su propio canal de YouTube.