Aunque parecía imposible, lo ha conseguido. Anabel Pantoja ha logrado liberarse de la alargada sombra de su apellido y se ha convertido en un personaje por méritos propios. El empujoncito final se lo ha dado María Patiño, que asegura que ha sido engañada por la sobrinísima y que es tan interesada y mentirosa como la tía. Quiere esto decir que el cometido de Anabel ya no se limitaría únicamente a intentar parar en los platós los golpes que recibe algún miembro de su familia. Comienza ya a moverse en el mundo del entretenimiento por méritos propios, siguiendo esas características tan poco edificantes que definen a su tía. Un primor, vaya.

Para que nuestro universo funcione es fundamental la presencia de personajes como Anabel Pantoja: caprichosos, contradictorios y con su puntito de soberbia. Pantojita cumple esas características. Y además se le añade un goce extremo por la vida que la lleva a ser poco disciplinada y propensa a escatimar esfuerzos en lo que se refiere al cumplimiento de sus obligaciones laborales. En realidad es una cantamañanas con mucha gracia, que al final es lo que la salva. Anabel Pantoja es una mujer hija de su tiempo respecto a la tecnología. No hay quien le tosa en ese aspecto, parece que sea familiar directo de Steve Jobs. Pero en cuanto a psicología se refiere, parece que sea producto de un relato de García Lorca una tarde que se encontraba juguetón. Porque Pantojita es mujer de costumbres arraigadas siempre y cuando no le impidan hacer lo que a ella le da la gana. Entonces se salta la ley y hace su trampa. Tiene miedos muy antiguos, propios de señoras que habitaban esos pueblos antiguos de nuestra España. Pero luego llega un reguetón y es la primera que se levanta para mover el culo como la que más.

Pantojita ha nacido para folclórica flamencona, pero, aunque tiene voz y gracia para desenvolverse, no posee la suficiente para llenar un escenario y provocar esas taquicardias que con tanta justicia provoca su tía. Eso sí, tiene morro para dar y tomar, y si a eso le sumamos todas las cosas que he ido enumerando en estas líneas podemos concluir afirmando que nos encontramos ante un personaje que nos va a dar muchas tardes de gloria.