Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Le ha costado tener a todas sus hijas más o menos colocadas, lo que se ha traducido en que la pobre Kris Jenner haya descuidado de manera inevitable su matrimonio, por lo que no le ha quedado otra que firmarle los papeles de divorcio a Bruce.

 

La pareja había anunciado su separación hacía unos meses, pero aún guardábamos esperanzas de que se volvieran a arreglar las cosas entre estos dos. Lástima que no haya sido así, y se haya terminado uno de los matrimonios que más titulares generaban. TMZ, quienes filtraron el divorcio de Antonio y Melanie, vuelven a hacerse eco de los motivos que han alegado uno y otro para efectuar el divorcio: diferencias irreconciliables. Un clásico.

 

Kris ya ha firmado los papeles y parece estar feliz con su nueva vida de soltera, en la que no da explicaciones a nadie y puede hacer las mismas cosas que sus hijas menores, ir a conciertos, hacerse ‘selfies’ sin parar y salir de fiesta, según podemos ver desde su cuenta de Instagram, ¿o será el típico comportamiento post-ruptura para hacerle ver a la persona lo bien que te va sin ella al lado? Creemos que Kris ya tiene una edad para no estar jugando a los celos absurdos, así que preferimos pensar que verdaderamente está aprovechando al máximo su nueva vida de soltera.

 

Kris, que sabe dar espectáculo como nadie y posee una de las mentes más calculadoras de este siglo, seguro que ya ha pensado cómo sacarle buen partido al divorcio, aunque de momento no haya una fecha prevista para el regreso del reality que ha lanzado a la fama a toda esta familia, ‘Keeping up with the Kardashians’. Confiamos que ya tendrá preparado un as bajo la manga, tal vez un libro (aquí va una sugerencia de título, ‘Exprimiendo mi segundo divorcio’), convertirse en ‘coach’ personal de mujeres en una situación parecida, o, mucho mejor, ¡teniendo su propio reality!.

 

Kris ha pedido la custodia de su hija menor de edad, Kylie, que acaba de cumplir 17 años, y asegura que desea continuar manteniendo la mejor de las relaciones con Bruce, que, imaginamos, no será demasiado complicado, porque, en todo este tiempo, al pobre Jenner no le hemos oído decir una palabra más alta que otra.