Victoria, madre de Vicky Martín Berrocal, a Pilar Eyre: “La gente dice que soy una infeliz. Quizás sí que lo soy. Pero no puedo actuar de otra manera”

“Victoria es una andaluza racial de 29 años. Alta, con cuerpo espléndido y una cara dulce y personal, encarna los rasgos típicos de la mujer de su tierra. Fuimos a Huelva a conocer su opinión acerca del reportaje. La encontramos en Feminela, la mejor tienda de modas de Huelva. En esta tienda, Victoria presta sus servicios como dependiente desde hace trece años. “¿Es usted la novia de Berrocal'”, Victoria duda y nos contesta con una sonrisa triste. “Novia, no. Soy su mujer”. Le solicitamos una entrevista”.

Así comenzaba el reportaje que Pilar Eyre publicó en 1981. Era la primera vez que entrevistaba a Victoria, madre de Vicky Martín Berrocal. En aquel entonces se acababa de publicar la existencia de la doble vida de José Luis, el padre de Vicky. Un escándalo mayúsculo que copó todas las revistas. Eyre viajó hasta Huelva para entrevistar a 'la otra', a Victoria, que ya había tenido a su hija mayor.

Pasamos a reflejar al completo el reportaje que realizó Pilar Eyre. Un documento que cobra enorme virtualidad con el estreno de 'Las Berrocal', la docuserie que protagoniza Vicky Martín Berrocal junto a su madre, su hermana y su hija.

La entrevista a Victoria Pareja

“Lo siento, pero es imposible. Han venido de varias revistas y yo nunca he querido hacer declaraciones ni salir en las fotos. A mí, este estilo no me va”. Poco a poco, sin embargo, esta mujer sencilla y honesta, nos abre su corazón. “El reportaje de vuestra revista me hizo mucho daño, porque ella es tan mujer de Martín como yo. Él me llamó enseguida para contármelo y para que no sufriera.  Además, como me dijo, no se puede ir por ahí diciendo que se tienen dos mujeres”. 

Con expresión soñadora, Victoria recuerda: “Conocí a Martín cuando vivía en Huelva. En aquella época tenía aquí un motel, una empresa de autocares, una ganadería y era presidente del Club de Fútbol Recreativo de Huelva. Era el hombre más importante de la provincia, pero a mí lo queme enamoró de él fue su bondad. La forma tan salada que tuvo de camelarme. ¡No era nadie ni nada Martín conquistando a una mujer!".

"Y yo, figúrate, tenía dieciséis años, era una cría que nunca había salido de casa. No había hablado con ningún hombre más de dos palabras seguidas. Y me volvió loca. Nos fuimos a vivir juntos y aquello, en esta ciudad atan pequeña, fue un escándalo, Pero yo lo he aguantado todo porque lo quiero de una forma que no se puede explicar.

“Besaría el suelo que pisa. Por eso lo soporto todo. Cuando me quedé embarazada con veinte añitos, estaba loca de alegría, a pesar de que mis padres amenazaban con echarme de casa y estuvieron a punto de expulsarme del trabajo. Todos mis amigos dejaron de saludarme, pero los dos estábamos tan contentos, me hacía tanta ilusión tener aquel pedazo de él dentro de mio, que en ningún momento pensé en quitármelo”.

Si quieres estar al día de todas las noticias de Lecturas, solo tienes que apuntarte a nuestro canal de Whatsapp. Haz click aquí.

El nacimiento de su hija

“Tuve a Victoria y hoy los dos estamos locos con ella. Es igualita a su padre. Estudia y después del colegio, va a la peña flamenca donde estudia con el maestro Serafín. Lo mas triste es que si viene Martín, mis padres no vienen y viceversa. Para ellos, es un mal hombre que ha deshonrado a su hija. Cuando paso unos días con él y vuelve a casa, me ponen una caras larguísimas. Pero a mí lo que me digan mis padres o la gente ya no me importa".

"Sin Martin no podría vivir. Me moriría y por eso no le exijo nada. Yo a callar y a quererlo. Y cuando se de cuenta de que nadie lo puede querer como lo quiero yo, se quedará a mi lado para siempre. Nunca le he pedido nada, siempre me he negado a aceptar dinero o lo que sea.

“Mi única vida es mi hija y Martín. De mi casa al trabajo y del trabajo a casa. Y los domingos, con una compañera de la tienda, al campo a merienda. A los otros hombres ni los miro. Martin es muy celoso y además, yo no tengo ojos para nadie más. Lo considero mi marido”. Victoria tiene los ojos llenos de lágrimas y a pesar de que hable con apasionamiento, su voz es triste. “He sufrido mucho y creo que la gente ha acabado por entenderlo y respetarme. Yo a Martin no le necesito para nada. Ni sus millones ni su popularidad. Es un hombre que va siempre con la verdad por delante y por eso la gente dice que es un fanfarron”.

La doble vida de su marido

“Yo quiero que a mí me quiere más que a ella. Al menos es lo que me dice siempre. No sé si ella conoce mi existencia, pero lo que es yo, desde un principio supe que tenia otra mujer en Madrid y que nunca se casaría con ninguna de las dos. Yo tengo los mismos derechos que ella pero no quiero salir en las revistas. La gente dice que soy una infeliz. Quizás si que lo soy. Pero no puedo actuar de otra manera. Martin es el único hombre que he conocido y el único que querrá. En la vida, de verdad, de verdad, solo se quiere una vez y a mi me ha tocado este hombre. Es mi destino”.

Lo sentimos pero escondido detrás de un grueso compañero con Gabardina que fingía mirar un escaparate en la misma calle de la Concepción donde está Feminela, estaba nuestro fotógrafo con un potente teleobjetivo captando la escena. Lo sentimos, Victoria. Sabemos que yo no volverás a invitarnos a la Romería del Rocío.