Este jueves se han cumplido once años desde que Rocío Jurado perdió la batalla contra el cáncer. Fue un símbolo para el gran público, pero en la intimidad de su casa, Rocío fue el pegamento que mantenía unida a la familia. Tras su prematuro adiós, la ruptura fue inevitable entre su hija Rocío Carrasco y el resto de los Mohedano. Más de una década después su familia no ha conseguido arreglar sus diferencias ni eliminar las tensiones, que solo permanecen en letargo de tanto en tanto, para volver a brotar con más fuerza.
Un año más, Rocío Carrasco sigue haciendo su vida alejada de su 'sangre', pero ha encontrado un gran apoyo en María Teresa Campos y sus hijas. Desde que le dio el ictus, Rocío no se ha apartado de la periodista y, como revelaba Carmen Borrego hace unos días, incluso se había ofrecido a hacer turnos para cuidarla.
Este aniversario de la muerte de su madre ha sido un poco más especial que los demás. Este jueves, una emocionada Terelu daba la noticia más feliz y esperada en directo: su madre había recuperado la visión conjunta después de que le quedara afectada a causa de la isquemia cerebral. A primera hora de la mañana, María Teresa llamaba a su hija para informarle que, al despertarse, los objetos habían empezado a acercarse ante sus ojos hasta que acaban unidos en una misma visión: se había recuperado sorprendentemente, y para alegría de todos. El equipo médico que la ha llevado se congratulaba de la rápida curación de la presentadora y le indicaban que ya podía abandonar los ejercicios y el parche, para dedicarse a haber vida normal. La alegría era máxima entre sus hijas, compartida, claro está por su 'hija adoptiva', Rocío. Según las propias palabras de la colaboradora de 'Sálvame', la presentadora de 'Hable con ellas' recibía la noticia entre "gritos y saltos de alegría". En el seno familiar de las Campos, esperan que un día tan señalado para ella, como ese fatídico 1 de junio, no solo lo relacione con la triste pérdida de su madre, sino que lo acabe viendo con alivio por ser también el día en que María Teresa se curaba.
A un océano de distancia físico, ajena al preocupante episodio que ha vivido María Teresa Campos estas últimas semanas, su hermana Gloria Camila lloraba a su madre. Y a un océano de distancia emocional, su hija Rocío Carrasco, con quien la relación está totalmente rota, recordaba a su abuela y escribía en su cuenta de Instagram: "Hoy se cumple un año más pero a la vez es uno menos para lo que nos espera ahí arriba , siempre en mí ❤️ ".