¿Quién no ha pasado por la experiencia de esperar con muchísima ilusión una ganga maravillosa comprada por internet y encontrarse que, cualquier parecido con lo adquirido, es pura casualidad? Tamara Gorro también ha tenido que echarle mucha imaginación para reconocer el vestidazo que había comprado en la prenda que le ha llevado.

Con su naturalidad y sentido del humor habituales, la 'youtuber' en vez de enfadarse y llevarse las manos a la cabeza, ha optado por reírse de la situación y compartirlo con su "familia virtual".

En una serie de 'stories' de Instagram, Tamara explicaba a sus seguidores lo que le ha pasado con su última compra online. "Mirad lo que me ha pasado. El otro día compré por Internet un vestido y unas cositas que eran baratísimas, por nueve, diez y doce euros. ¡Y esto parece un disfraz de Carnaval! ¿Pero qué es lo que he comprado?", decía interrogante mientras mostraba la extraña prenda.

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Tamara Gorro

Y original no cabe duda que lo es. La 'influencer' no ha dudado en ponerse sobre la ropa el curioso diseño híbrido entre un saco de patatas dorado, con una manga larga, escote asimétrico y lazada tipo 'choker'. Porque si el diseño era extraño, no menos el material del que estaba hecho, de calidad cuanto menos "dudosa". La mujer de Ezequiel Garay ha intentado mostrarse positiva, pero era imposible y ha acabado comparándose con un "plátano": "A ver, esto vendría a ser así. Me lo voy a poner. Que, oye, a lo mejor luego queda mono. Pero es que tiene un brillo y un tacto un tanto extraños… Vamos a ver, vamos a ver, ¡pero qué me he comprado! ¡Atención señores, soy un plátano moderno!".

Tamara Gorro

"¡Qué vestido tan maravilloso, tan horrible y tan desastre me he comprado! ¡Doce euros a la basura!", se lamentaba entre risas. Está claro que era una ganga envenenada, pero Tamara no se ha rendido todavía en poder sacarle provecho y ha advertido: "Ya me conocéis, esto yo lo guardo como oro en paño porque algún provecho le sacaré, ya os lo digo. Recordad el vestido plátano moderno". Lo recordaremos, lo recordaremos, que solo quedan cuatro meses para Carnaval... Y descontando.