No hay día en que no se monte una buena en 'Sálvame' y por eso nos encanta. Hoy han sido Mila Ximénez y Lydia Lozano las que se han enfrascado en una discusión que ha acabado casi en bucle. El desencuentro entre ambas compañeras viene de lejos, concretamente, desde hace cuatro años, cuando Lydia invitó a una cena –tenía una cosa importante que celebrar– y Mila, una de las invitadas, acabó con el estómago revuelto y vomitando. La Ximénez no se lo calló y aquel comentario sentó muy mal a Lydia, pues daba a entender que era una tacaña y que les había invitado a cenar a un restaurante barato y malo.

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En la tarde del miércoles, aquel episodio ha vuelto a salir a la luz a raíz de la entrevista que Kike Calleja le realizó en exclusiva a Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, expareja de Isabel Pantoja y Maite Zaldívar –madre de sus dos hijas– y condenado por el caso Malaya, aunque tiene otras muchas causas pendientes con la justicia.

En el plató de 'Sálvame' se recordó que Julián Muñoz retiró una demanda a Lydia Lozano en la que le pedía una indemnización de 30.000 euros. Mila, que era muy amiga de Mayte Zaldívar, medió para que le quitara la demanda, lo logró y Lydia invitó a varios amigos a cenar, entre ellos Mila Ximénez. Esa fue la famosa cena en la que Mila acabó vomitando.

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Lydia, fuera de sí, le reprochó a Mila que volviera a tocar el tema. "¡Llevas cuatro años diciendo que vomitaste! Todo el mundo lo sabe, que si Julián me quitó la demanda fue gracias a ti", gritaba, mientras Mila, repondía: "Pues mira, sí. Estuve una semana vomitando". La anfitriona de aquella cena nunca entendió aquella actitud de Mila. "Todo el mundo cenó muy bien, menos tú".

La trifulca continuó luego con el tema del cuadro de Lydia [esta semana se están subastando en una galería de Madrid con fines benéficos los cuadros que se pintaron a los colaboradores recreando grandes obras de la historia del arte] que acabó adquiriendo la propia Lydia. "Tuviste que comprar tu cuadro porque nadie pujó por él", dijo Mila, apreciación que tampoco le hizo ninguna gracia a Lydia.