La primera impresión que tuvo la audiencia de Suso Álvarez no pudo ser más contradictoria y diferente a lo que opina ahora de él. El encargado de tienda dividía al público de 'GH 16'. Odiado por su fuerte temperamento y su arrogancia, le favoreció su tensión sexual con Sofía Suescun, que acabó siendo la ganadora de aquella edición, y como objeto de deseo de Raquel Martín. El octavo confirmado para entrar en 'GH VIP 6', que en aquella ocasión no pasó de nuevo expulsado, se ha sabido congraciar con el público y ganarse su cariño. Y en tiempo récord.
En apenas un año desde que entró como inquilino en la casa de Guadalix, se convertía en uno de los rostros habituales de la parrilla de Telecinco. Su paso por el programa le daba la oportunidad de ganarse un puesto como tertuliano en los debates de la cadena y, sobre todo, como tronista en 'MYHYV'. Rol que abandonó tres meses después, de forma abrupta y controvertida, porque se "aburría". Una salida de tono que podría haber arruinado su carrera televisiva, y haberle relegado al más absoluto ostracismo, pero volvió a contar con un golpe de suerte. Y esta vez no lo rechazó.
Suso hacía las maletas y se enrolaba en 'Supervivientes'. El colaborador televisivo formó parte de una de las ediciones más brillantes y disputadas, la de 2016. Su mezcla de naturalidad, ternura y espíritu competitivo le daban el billete a hasta la gala final. Aquella que batallarón Mila Ximénez, Yola Berrocal y Jorge Díaz, ganador del cheque de 100.000 euros.
Él se quedó a las puertas en aquella ocasión, pero ahora el destino le vuelve a brindar la oportunidad de conseguir lo que tanto se le resiste. Y nadie como Suso para hacer posible lo imposible. Por el momento, ya cuenta con dos apoyos potentísimos fuera de la casa: nada menos que Mila y Sofía Suescun.