La Carmen Borrego que se ha revelado este martes en 'Sálvame' es una mujer valiente que ha llegado al límite de su fortaleza. La tertuliana ha bajado los muros y ha mostrado su lado más vulnerable, dejando que la audiencia descubra detalles que ha mantenido callados y en secreto a propósito de su vida y de sus sentimientos. La hija de María Teresa Campos ha abordado un tema que no había tratado antes, que es el divorcio de su primer matrimonio y la todavía lacerante herida que le ha dejado. Asimismo, no ha podido más en cuanto a la enfermedad de su hermana y ha confesado entre lágrimas: "Nunca he estado preparada para verla sufrir, y ahora la estoy viendo sufrir y a mí eso me está haciendo mucho daño".

Con el pensamiento de que solo Terelu, que recientemente se ha sometido a una doble mastectomía para vencer definitivamente al cáncer, es la única que tiene derecho a quejarse y a llorar, Carmen Borrego se está negando muchas cosas. Entre ellas, expresar lo dura que está siendo esta experiencia también para ella. La colaboradora ha tomado el rol de 'ángel custodio' de su hermana mayor y se ha convertido en uno de sus pilares. Sin embargo, ha reprimido hasta ahora las intensas emociones que también alberga en su corazón. Y esta tarde en 'Sálvame' han brotado en medio de un conmovedor y sonoro aplauso dedicado a Terelu, "que lo necesita de verdad". Sus compañeros le han hecho ver que la fortaleza no radica en contener las lágrimas o en mostrarse imperturbable, sino en no tener miedo precisamente en mostrarse vulnerable y reconocer todo lo que nos perturba para enfrentarnos a ello.

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Terelu Campos

Las lágrimas de esta tarde han sido cuanto menos curativas para Carmen, porque llevaba mucho guardado dentro. Como también sus palabras, tanto de cómo está viviendo la enfermedad de su hermana, como de ese otro fantasma llamado divorcio y que aún la persigue.

Para ello, la 'coach' Cristina Soria la ha ayudado a ponerlo en palabras y, así, poder abordarlo de forma más racional. Si el cáncer de Terelu, lo ha catalogado como el último "bajón" por el que está pasando, el primero coincide con su divorcio. "Me casé muy joven, con 23 años, y embarazada de mi hijo. Lo pasé muy mal. Aguanté mucho, mucho, mucho y, de repente dije: "Hasta aquí, ¡ni una más!", ha recordado.

Según ha contado Borrego, ese episodio lo "arrastrará", "toda la vida". "No lo voy a superar nunca. Han habido muchos juicios. El último hace justo tres meses", ha desvelado con amargura, no sin antes reconocer que: "quizás tendríamos que habernos sentado a hablar hace mucho tiempo. Ahora ya es tarde, ahora ya es muy tarde". En plató, ha vuelto a ser interpelada a propósito de este tema; sin embargo, ha preferido guardar silencio, "por respeto a mis hijos, que se llevan bien con su padre. Ellos están antes que nada, incluso de no haber superado ciertas cosas".

En cuanto a Terelu, ya totalmente derrumbada, ha pronunciado unas palabras que han conmovido a todos. Un reflejo de la lucha que está llevando a cabo, en la que ella se ha involucrado también al 100%, pero también un canto lleno de esperanza: "Lloro por ella, no por mí. No quiero que me vea emocionada. No quiero que me vea llorar. La única que tiene ahora mismo derecho para llorar es mi hermana. (...) Lo que quiero es que empiece a correr el tiempo. Creo que es una operación muy fuerte, muy agresiva. De momento, ha pasado muy poco tiempo y quiero ver el día que empezamos a ir para arriba. Ese día empezaré a ir para arriba con ella. Y llegará, ese día llegará. Estoy segura. Al final, Terelu vivirá tranquila".