¡Lo que faltaba! Te vas de vacaciones y tiene una amiga que se dedica a contar todos tus dramas veraniegos en los stories de instagram. ¡Encima! La pobre Rocío Flores no ha medido bien la cantidad de días que iba a estar fuera y se ha pasado un PELÍN con esto de las maletas. Vamos, que podría vestir a todo un continente con lo que se ha llevado. Y, claro, a sus amigos les ha faltado tiempo para contárselo a todo el mundo para diversión del grupo y de la propia Rocío. Si no hay nada como reconocer los propios errores...
Rocío Flores se ha tomado un momentito para descansar y divertirse con los suyos, Ya ha tenido bastante con esta ajetreada recta final del curso como para no merecerse unas estupendas vacaciones. La hija de Antonio David y Rocío Carrasco se encuentra de viaje acompañada de su novio y un grupo de amigos y, la verdad, se lo están pasando estupendamente. Al menos, han encontrado un pasatiempo de lo más original: meterse con la cantidad de equipaje que lleva la propia Rocío.
Muerta de risa, la nieta de Rocío Jurado ha querido que una de sus amigas le contase a todos sus seguidores lo que llevaba en las maletas. En plural, sí, que para estar fuera cuatro días, se ha llevado todo lo que tenía por casa. “Voy a enseñaros las cosas principales que trae Rocío de viaje. Todas necesarias, yo creo que no puede vivir si no se las trae”, bromeaba su amiga. La hija de Rocío Carrasco lleva cinco maleta ¡y todavía ha tenido que comprarse otra más!
“Lleva cinco maletas junto a diez bolsas de plástico. Una maleta es solo para zapatos, ¡de los que no se ha puesto ningún!”. Rocío no podía contener la risa ante el monólogo de su amiga. “Trae una media de 500 maletas por día y hace compras para 400 personas. Todavía ni ha abierto la maleta, imagina si son necesarias. Están todas escondidas, hay hasta debajo de la cama”.
Lejos de avergonzarse, Rocío reconocía que así era. Sabía que iba a estar solo cuatro días de viaje, pero no qué le depararía la aventura, así que, previsora, había cogido un poquito de casa cosa. A ver si, ahora, ¡será un problema ir muy cargado! Peor es lo de su novio, que no se le ocurrió más que poner los bocadillos que llevaban debajo de una bolsa de hielo para que estuviesen fresquitos y acabaron todos empapados. Madre mía, de este viaje no vuelven de una pieza...