"Esto no es una dieta y no hay que quitarse el chocolate", comparala experta en finanzas Natalia de Santiago para aconsejar sobre el control de gastos en nuestro día a día y en nuestro presupuesto mensual para sacar el máximo partido a nuestras finanzas.
Al recibir el salario en nuestra cuenta y plantear el escenario particular al que nos enfrentamos en los próximos 30 días, nos surgen dudas importantes a la hora de optimizar los ingresos que percibimos. Son muchos los gastos que asumimos desde los primeros días del mes.
Una vez han pasado por el banco las facturas y pagos que se repiten mensualmente, tratamos de separar lo que buenamente podamos utilizar para caprichos puntuales, ratos de ocio y posibles imprevistos. La experta considera que hay que ahorrar, eso sí, en ese primer momento y no dejarlo para el final.
En julio y agosto, probablemente, tenemos la dificultad de meter dinero en la hucha, porque Natalia también subraya que el verano nos obliga a tirar de ahorros, pero hay fórmulas para rentabilizar nuestro capital y ha compartido sus consejos y recomendaciones en el podcast 'Tenía la duda', donde ha hablado en concreto de los 'gastos hormiga' y también de aquellos que son fijos.
Los 'gastos hormiga'
Judith Tiral ha abierto un importante melón en su podcast dedicado a las finanzas. Le plantea a su invitada la duda sobre los conocidos como 'gastos hormiga' o esos caprichos, como puede ser "un café en el aeropuerto", que a veces nos aconsejan evitar para no caer en trampas que luego nos ahoguen económicamente.
Natalia de Santiago, experta en finanzas, reconoce que le preguntan mucho sobre "esos gastos que son pequeñitos y suman y la gente piensa que hay que cortarlos". "Es muy contraintuitivo, porque todo el mundo piensa que hay que empezar a cortar por el ocio, por lo bueno y por los gastos pequeños que te hacen feliz y no es así", responde.
Es ahí cuando tira de símil para negar que esto pueda ser como una dieta o que haya que eliminar el chocolate como primer paso: "Lo primero es revisar tu estructura de gastos y empezar a cortar los que no te aportan. Empiezas a ver que en tu banco te cobran unas comisiones brutales, pues buscas uno en el que te cobren menos".
Siguiendo con su recomendación, recalca que aunque puedan considerarse menores, "son gastos que se repiten en el tiempo": "Ahorrarte cinco euros todos los meses es mucho dinero al final de una vida. Los que hay que mirar mucho son los fijos, que se repiten todos los meses y cuando los tengas acotados, tienes mucha ventaja".
Estilo de vida económico
Tomar determinadas decisiones con nuestro dinero pueden suponer un punto de inflexión interesante y marcar un antes y un después en el camino a la hora de sacar el máximo partido a nuestro dinero. Si controlamos esos gastos fijos que se repiten mes a mes, dice Natalia de Santiago, "estás montando un estilo de vida que te vas a llevar hasta la jubilación".
"Mañana te vienen mal dadas y no vas al cine, pero si te vienen mal dadas y tienes una hipoteca grande o 28 contratos de no sé qué y los gastos fijos son los que te ponen en una situación de que cuando las cosas no van tan bien, te aprietan mucho. Los fijos hay que intentar reducirlos siempre", recomienda con absoluto convencimiento.
Alertas de renovación
En el amplio abanico de posibilidades de contenido audiovisual que tenemos, nos perdemos en la oferta y, a veces, contratamos por exceso. Una serie a la que solo podemos acceder en un servicio concreto o alguna oferta puntual que nos hace caer nos lleva a suscripciones en lugares que, quizás, no visitamos durante mucho tiempo.
"Yo en el momento que contrato, ya me pongo la alerta de cuando lo tengo que cancelar si no quiero renovar. Lo típico que te suscribes a una plataforma nueva que piensas que vas a ver millones de series y luego no ves ni una, pues si te has puesto una alarma y no has visto nada, la cancelas y ya está", reflexiona Natalia de Santiago.
La experta observa, por otro lado, que hay personas que tienen "dos seguros del hogar sin saberlo". "Yo me he llegado a suscribir a una app de yoga facial que no he usado jamás. Si eso no lo tengo controlado, todavía la estoy pagando", pone como ejemplo para entender el impacto que puede tener de forma innecesaria.
En este sentido, estaríamos contribuyendo de manera positiva a disminuir esos gastos fijos que, sin querer, mantenemos sin tener en cuenta el ahorro que puede suponer eliminar gastos en servicios que no utilizamos, ni siquiera, de una manera habitual en nuestro día a día.