Ningún miembro de la familia Mohedano conocía la existencia del último testamento de Rocío Jurado. Así lo explicaba Rocío Carrasco en la última entrega hasta la fecha de 'En el nombre de Rocío'. “No sabíamos que la albacea era Ana Iglesias, nos enteramos cuando nos llama y nos reúne. Ninguno sabía que había un testamento hecho”, explica la hija de la cantante. Rocío Carrasco ha dejado claro que su madre hizo todo siendo muy consciente. De hecho, poco antes había mantenido una conversación tanto con ella como con Fidel en la que Rocío Jurado perfiló sus intenciones en relación a Montealto, la casa en la que residía.

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“Un día estaba con ella en la habitación y me dice: 'una pregunta que te voy a hacer... ¿tú te vendrías a esta casa a vivir con Fidel?”. Así detalla Rocío Carrasco cómo su madre se interesó por las intenciones de su hija respecto a la casa de Montealto, donde residía junto a Ortega Cano. “Yo le digo que no”, explica Rocío. “Tú sabes lo que he pasado en esta casa, he pasado los más felices pero también los peores. Vengo a esta casa por vives tú pero nunca jamás vendría a vivir”.

Rocío Jurado, acto seguido, hizo lo mismo con Fidel, a lo que este le respondió que tampoco, que no iría a vivir a la casa. “Por eso luego toma esa decisión”, asegura Rocío Carrasco. “Mi madre solo hubiese cambiado ese testamento en algunas cosas de las que me preguntaba si yo en ese momento le digo sí. Ella lo hubiese cambiado. Se autoconvenció y se dio cuenta que estaba correctamente”. De ahí que en el testamento de la cantante se estipulase la venta de la casa en la que residía.

Rocio Carrasco

Rocío Carrasco, en la última entrega de 'En el nombre de Rocío'

Mediaset

La noche más dura

La hija de Rocío Jurado ha contado en la última entrega de 'En el nombre de Rocío' cómo fue la despedida de su madre. “Esa madrugada que se fue la habitación estaba llena de gente y dije que se saliera todo el mundo y me tiré al lado de ella en la cama. Ya no estaba consciente y yo veía que su corazón no paraba. Ella no se quería ir… tenía una lucha”, explicaba emocionada Rocío Carrasco. “Yo quería que ella se fuese lo más tranquila posible”.