Frente ancha. Raya al medio muy marcada. Donante de pelo... Se hace mucho humor acerca del problema de la alopecia, sobre todo, androgénica, pero para quien la sufre puede llegar ser un gran problema y puede llegar a causarle muchos complejos, repercutiendo en su vida social. Y, porque no vamos a entrar en materia femenina, pero las consecuencias son incluso más dramáticas.
Rafa Nadal se ha hartado de que su "cartón" le siga preocupando y ha decidido pasar por quirófano. Según LOC, se ha sometido a un implante capilar en una clínica especializada de Madrid. La intervención a la que se ha sometido consiste en transplantar los folículos de la nuca mediante la técnica FUE (Extracción de Unidades Foliculares) cuyo coste podría estar entre los 6.000 y 9.000 euros.
El tenista podría haber necesitado 10 horas para que se le transplantaran cerca de 4.500 folículos. Para llevar a cabo la intervención, Rafa se habría tenido que rapar, por lo que estos días muestra una imagen muy diferente a la habitual. A pesar de que ha querido llevar todo este asunto con la mayor discreción posible, y se ha retirado a descansar con su novia Xisca a los Alpes franceses, han sido captadas algunas instantáneas de su nuevo pelo. En unos días, podrá volver a su rutina de entrenamiento habitual y en diciembre reaparecerá luciendo nuevo pelo en un torneo de tenis en Abu Dhabi.
El de Manacor que, al ser aún muy joven es probable que siga perdiendo pelo, tendrá que llevar un mantenimiento en los próximos meses para fortalecer el crecimiento de su cabello, mediante inyecciones de sus propias plaquetas.
El componente genético, pero también el estrés de las competiciones de élite y lo mucho que desgasta el cabello el sudor y las condiciones ambientales, no juegan a favor de los deportistas. Y es lo que ha pasado en su caso. Estos años, el tenista ha visto cómo se le caía el pelo a un ritmo poco normal, pero es que además no se le regeneraba, dejando a la vista de todos su incipiente calvicie.
Habiendo sido elegido "el hombre vivo más sexy del mundo" por varias publicaciones, las medallas y logros que ha conseguido en su exitosa carrera como tenista, no pensábamos que a Nadal le produjera esas inseguridades y un complejo tan grande su problema capilar. Olvidamos demasiado a menudo que no son máquinas perfectas ni dioses, sino que son humanos con una ocupación muy particular, pero con las mismas inseguridades (o más, por el efecto amplificador de los medios de comunicación).